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¿Qué es la Trombosis?

Cuando se produce una lesión en un vaso sanguíneo, el cuerpo responde generando un coágulo para detener el sangrado. Sin embargo, en algunas circunstancias, este proceso se desencadena de manera inapropiada, formando coágulos sanguíneos en vasos sanos. Estos coágulos pueden bloquear el flujo sanguíneo normal y causar una serie de problemas de salud. A esto se le llama trombosis.

Tipos de trombosis

Existen dos tipos de trombosis, según el lugar donde se formen:

Trombosis venosa

La trombosis venosa se produce cuando se forma un coágulo de sangre en una vena. Si un coágulo se desprende y viaja a través del torrente sanguíneo, puede llegar a los pulmones, causando una embolia pulmonar, una afección potencialmente mortal.

Trombosis arterial

Es la formación de un coágulo en una arteria. Esto puede restringir el flujo de sangre hacia un órgano o tejido, aumentando el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular.

¿Quiénes pueden sufrir una trombosis?

La trombosis puede afectar a cualquier persona, pero existen factores de riesgo que aumentan las posibilidades de desarrollarla, tales como:

  • Edad avanzada.
  • Historial de familiares cercanos que hayan padecido una trombosis.
  • Inmovilidad durante un tiempo prolongado.
  • Enfermedades o condiciones crónicas como la obesidad, la diabetes y ciertas enfermedades autoinmunitarias.
  • Uso de anticonceptivos orales.
  • Tabaquismo.
  • Embarazo (debido a los cambios hormonales y la presión sobre las venas).

Razón inexplicada, dificultad para respirar, dolor en el pecho o síntomas neurológicos repentinos, hay que buscar atención médica inmediata.

¿Qué es la trombosis venosa profunda?

La trombosis venosa profunda es un coágulo que obstruye una de las venas profundas del cuerpo, generalmente en las piernas. Los síntomas incluyen inflamación y dolor en la pierna. Si se desprende, la trombosis puede causar una embolia pulmonar.

Síntomas de la trombosis venosa profunda

Con frecuencia, la trombosis venosa profunda no presenta síntomas. Por esta razón, es posible no ser consciente de que se sufre de una TVP. Según el Dr. Andrei Kindzelsk, entre 30% y 40% de los casos no son notados. El síntoma que puede alertar sobre una trombosis venosa profunda es la inflamación, dolor y/o coloración roja en alguna de las extremidades (pierna o brazo).

Sin embargo, hay otros síntomas que indican que puede haber una complicación grave y potencialmente mortal:

  • Tos súbita
  • Tos con sangre
  • Dolor agudo en el pecho
  • Dificultad o dolor al respirar
  • Dolor en los hombros, brazos, mandíbula y espalda
  • Latidos del corazón acelerados

Si estos síntomas se presentan después de un aumento en la inflamación o dolor de la pierna, o en una persona que ya es tratada por una TVP, es crucial acudir a emergencias. Estos síntomas pueden deberse a que la TVP se está complicando.

¿Cómo se desarrolla la trombosis venosa profunda?

Hay varias condiciones que aumentan el riesgo de desarrollar una trombosis venosa profunda, una de ellas es la falta de movimiento y por eso hay una asociación entre viajar y desarrollar TVP.

El riesgo de que un viaje cause una trombosis venosa profunda por sí solo es muy bajo, por lo general, esto sucede si también cuentas con algún otro factor de riesgo.

Estas son algunas condiciones que aumentan el riesgo de desarrollar una trombosis venosa profunda:

  • Hay otros casos de TVP en la familia.
  • Ser mayor de 40 años.
  • El sexo masculino
  • Permanecer mucho tiempo de reposo en cama.
  • Pasar mucho tiempo sentado.
  • Tener problemas de exceso de coagulación (hipercoagulabilidad).
  • Estar embarazada o haber dado a luz recientemente.
  • Tener sobrepeso.
  • Tener otras enfermedades como cáncer, enfermedades del corazón y los pulmones, inflamación de la vejiga, etc.

Algunos de estos riesgos no son suficientes para causar TVP por sí mismos, pero en combinación con otros pueden ponerte en alto riesgo.

Ser hospitalizado también aumenta el riesgo de desarrollar una TVP. La inmovilización que implica el reposo post operatorio (o después de algún otro tratamiento) es un factor de riesgo. Además, en las operaciones o tratamientos de heridas pueden ocurrir daños a venas que pueden generar una TVP.

Por esa razón, los profesionales de la salud toman en cuenta el riesgo de TVP en pacientes que serán sometidos a determinadas cirugías. Si es necesario, aplicarán tratamientos preventivos.

La TVP se vuelve riesgosa y potencialmente mortal cuando el coágulo se rompe, se desprende y viaja por la sangre hasta llegar a las arterias de los pulmones, donde bloquea el intercambio de oxígeno.

La embolia pulmonar puede ser mortal, pero este riesgo se reduce drásticamente si se trata de inmediato.

¿Cómo prevenir la trombosis venosa profunda?

Hay muchas cosas que puedes hacer para reducir tu riesgo de una trombosis venosa profunda:

  • Si estás en un viaje largo, mueve tus piernas con frecuencia. Si debes pasar mucho tiempo sentado durante un viaje largo (por ejemplo, un vuelo) trata de estirar tus piernas cuando tengas la oportunidad para estimular el flujo sanguíneo.
  • Después de una operación, mueve tus piernas tan pronto puedas. Una vez que las indicaciones dadas por tu médico te lo permitan, camina y mueve tus piernas con frecuencia.
  • No fumes. Fumar aumenta las probabilidades de sufrir de una TVP.
  • Sé activo. Muchas personas pasan mucho tiempo sentadas debido a sus trabajos. Asegúrate de que te mueves lo suficiente. Toma descansos frecuentes para caminar y ejercítate.

Ejercicios para trombosis venosa profunda

Si estás en riesgo de sufrir una TPV, ha sido operado reciente o simplemente quieres tomar medidas para que la circulación de tus piernas sea lo más sana posible en el futuro, hacer ejercicios puede hacer la diferencia.

Varios estudios han demostrado que el ejercicio puede prevenir el síndrome post trombótico o encontró que un régimen de ejercicio especializado en pacientes post operatorios redujo las probabilidades de TVP en un 77%.

Ejercicios para hacer cuando estás sentado:

  1. Extensión de talón (sentado).Mantén los talones en contacto con el piso y mueve los dedos del pie hacia arriba. Repite este movimiento 10 veces o más. Repite este mismo ejercicio manteniendo los dedos del pie en contacto con el piso y subiendo el talón.
  2. Círculos con los talones. Eleva un pie del piso ligeramente y rótalo en la dirección del reloj 10 veces. Luego rótalo en contrarreloj otras 10 veces. Repite el ejercicio en el otro pie.
  3. Extensión de pierna. Eleva una de tus piernas y estírala frente a ti. Flexiona tus dedos del pie hacia ti y mantén esta posición por 3 segundos. Baja el pie al piso. Repite este movimiento 10 veces o más y luego repite el ejercicio en la otra pierna.
  4. Elevación de rodilla. Sube una rodilla hacia el techo, manteniendo el otro pie en el piso. Repite este movimiento 10 veces o más y luego haz el ejercicio con la otra pierna. Este ejercicio es perfecto cuando no tienes espacio para moverte, como un asiento de avión.
  5. Círculos con los hombros. Haz movimientos circulares con tus hombros, levantándolos y halándolos hacia abajo, y empujándolos hacia delante y atrás, mantén este movimiento durante 30 segundos y hazlo en la otra dirección.

Ejercicios para cuando estás acostado:

  1. Elevación de pierna. Acuéstate de lado con una pierna sobre la otra. Levanta lentamente la pierna superior hasta llegar a un ángulo de aproximadamente 45 grados. Mantenla allí por un momento y bájala lentamente. Repite el movimiento varias veces. Luego voltéate y haz el ejercicio con la otra pierna.
  2. Rodilla al pecho. Acostado sobre tu espalda, dobla una rodilla y empújala hacia tu pecho con tus manos. Mantén la posición durante 15 segundos y repite el ejercicio con la otra pierna.
  3. Extensión de talón (acostado). Con las piernas extendidas, estira los dedos del pie hacia ti y mantén la posición durante 3 segundos. Luego estíralos hacia delante y mantén la posición durante 3 segundos. Repite este movimiento 10 veces o más.

Ejercicios para hacer cuando estás de pie:

  1. Elevación de talón. Sube tus talones lentamente para ponerte de puntillas. Luego bájalos lentamente. Puedes apoyarte de una silla o la pared para tener mejor balance. Repite este movimiento 10 veces o más.
  2. Pararte en una pierna. Apóyate de una silla o algún mueble para mantener el balance. Luego sube una pierna de manera que estés apoyado solo en la otra pierna. Mantén esta posición por diez segundos y baja la pierna. Repite el ejercicio en la otra pierna. Trata de subir gradualmente la duración del ejercicio.
  3. Sentadillas. Pon tus pies al ancho de tus hombros y baja tu parte trasera como si fueras a sentarte. Procura no juntar las rodillas y mantente con la espalda erguida y mirando hacia delante. Levántate para volver a la posición original. Repite el movimiento varias veces.
  4. Caminar. Moverse con frecuencia es un elemento crucial de un buen flujo sanguíneo. Si estás en un viaje de más de 4 horas, procura pararte a caminar por 5 minutos cada hora. Camina por lo menos 30 minutos entre 5 y 7 días a la semana.

¿Cuánto tarda en curarse una trombosis venosa profunda?

Todas las personas afectadas por trombosis venosa profunda deben recibir tratamiento anticoagulante durante el tiempo que el médico considere prudente

La duración del tratamiento depende de los factores de riesgo que presenta el paciente.

Los medicamentos anticoagulantes que se usan actualmente logran disminuir la probabilidad de reincidencia de TVP, pero también pueden causar complicaciones secundarias relacionadas con el sangrado. Por eso este tipo de medicamentos debe ser siempre prescrito por los especialistas en estas enfermedades.

Consecuencias de la trombosis venosa profunda después del tratamiento

La TVP puede generar complicaciones después del tratamiento. Las más frecuentes son la insuficiencia venosa crónica y el síndrome post trombótico.

El coágulo atascado puede dañar la vena profunda y causar insuficiencia venosa crónica. Esta es una condición de largo plazo en la cual las venas tienen dificultad para enviar la sangre desde las piernas al corazón. Al no poder viajar hacia arriba, la sangre se acumula en las piernas y causa hinchazón, dolor y úlceras.

Luego de recuperarte de una TVP, puedes desarrollar síndrome post trombótico entre unos meses y 2 años después del tratamiento. Los síntomas son variados e incluyen dolor, picazón, úlceras, hinchazón y cambios en la piel. La mejor manera de tratar este síndrome es con medias de compresión.

Tratamientos para la trombosis

El tratamiento de la trombosis depende del tipo y la gravedad de la afección. Algunos enfoques comunes incluyen:

  • Anticoagulantes: disuelven los coágulos y previene que se formen nuevos.
  • Medias de compresión: ayudan a mejorar el flujo sanguíneo.
  • Uso de catéteres: ayudan a ensanchar los vasos sanguíneos.
  • Uso de stents: evitan que se cierren los vasos sanguíneos.
  • Intervención quirúrgica: en casos críticos es necesaria una cirugía para eliminar el coágulo.

Consejos para evitar la trombosis

La trombosis es una afección que se puede prevenir en muchos casos. Aquí hay algunos consejos para reducir el riesgo:

  • Hacer actividad física: la actividad física regular ayuda a mejorar el flujo sanguíneo y reduce el riesgo de trombosis.
  • Evitar el tabaco y el alcohol en exceso: estos hábitos pueden aumentar el riesgo de trombosis.
  • Seguir las indicaciones médicas: si estás tomando anticonceptivos orales u otros medicamentos que aumentan el riesgo de trombosis, es importante seguir las indicaciones del médico tratante.
  • Mantener un peso saludable: la obesidad es un factor de riesgo importante para la trombosis, Mantener un peso corporal saludable a través de la dieta y el ejercicio ayuda a disminuir las posibilidades de padecer esta condición.

Si se tiene alguno de los factores de riesgo es importante consultar al médico para que dé las directrices necesarias para disminuir las posibilidades de sufrir una trombosis.

Conclusión

No siempre puedes controlar todos los factores de riesgo de una trombosis venosa profunda, pero hacer ejercicios diseñados para mejorar la circulación garantiza que disminuirás tu riesgo enormemente.

Si sufriste de una TVP hace poco, estos ejercicios pueden ser una parte crucial de tu recuperación.

La trombosis venosa profunda puede dejar secuelas como úlceras e insuficiencia venosa crónica. Lidiar con síntomas como estos es molesto y aumenta las probabilidades de la ocurrencia de otra trombosis.

Afortunadamente, estudios han comprobado que incorporar ejercicios en tu recuperación, cuando el médico considere que es el momento apropiado, disminuye drásticamente la incidencia de estos efectos secundarios.

Un 30% de las personas que han tenido TVP desarrolla otra trombosis más adelante. Incluso si nunca has tenido una o no estás en riesgo inmediato, una trombosis venosa profunda es peligrosa. Prevenir una trombosis es muy preferible a tener que lidiar con ella.

Recuerda consultar a tu médico antes de hacer estos ejercicios si te estás recuperando de una TVP. Si fuiste operado recientemente, debes esperar a que tu médico indique que ya es seguro para ti hacer actividades físicas.

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Fuente:

Stanford Medicine Children’s Health. Trombosis. Disponible en: https://www.stanfordchildrens.org/es/topic/default?id=thrombosis-85-P03228