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Este breve documento proporciona información concisa y una orientación pragmática sobre el manejo tanto del riesgo trombótico, como de la CID. Este es un documento que se actualizará semanalmente.

Gestión del riesgo de tromboembolismo venoso asociado al hospital

El tromboembolismo venoso asociado al hospital (TEV-AH), es probable que sea frecuente en pacientes infectados con COVID-19, especialmente si se inmovilizan en cuidados críticos.

Por el momento no está claro si los pacientes con COVID-19 tienen un mayor riesgo de TEV que otros pacientes con infecciones torácicas y valores elevados de dímero D.

  • Recomendación 1: El riesgo de tromboembolismo venoso (TEV) debe ser evaluado en todos los pacientes ingresados y se debe dar prevención a todos los pacientes de alto riesgo. El anticoagulante de elección será heparinas de bajo peso molecular (HBPM) o heparinas no fraccionadas, según la función renal del paciente (ver documento).
  • Recomendación 2: Se debe considerar la posibilidad de tromboembolismo pulmonar (TEP) en pacientes con aparición repentina o deterioro de la función respiratoria por deterioro en la oxigenación, mayor dificultad respiratoria o caída en la presión arterial.
  • Recomendación 3: Considere cambiar a HBPM a los pacientes críticos que estuvieran en tratamiento preventivo de trombosis con anticoagulantes orales directos o antagonistas de la vitamina K.

Manejo de la coagulopatía asociada a COVID-19

Las descripciones de la infección con Covid-19 de Wuhan, China, plantearon una coagulopatía en pacientes que estaban gravemente enfermos. Entre los parámetros anormales encontraron: prolongación de los tiempos de coagulación (tiempo de protombina y tiempo de tromboplastina), dímero D muy elevado y escasa reducción en el recuento de plaquetas. Estos pacientes con alteración en las pruebas de coagulación no presentaban manifestaciones hemorrágicas asociadas. El dímero D elevado fue uno de los principales predictores de progresión a insuficiencia respiratoria y muerte.

  • Recomendación 4: Los resultados de coagulación anormales no requieren corrección con hemoderivados, en pacientes que no están sangrando. (ver manejo del sangrado en el documento).
  • Recomendaciones 5 y 6. Para pacientes con hemorragia mayor, administrar plasma fresco congelado y glóbulos rojos, seguidos de otros hemoderivados determinados por repetición de las pantallas de coagulación, usando PT/INR, PTT, niveles de fibrinógeno y/o plaquetas (ver documento).
  • Recomendación 7: No use ácido tranexámico en CID asociada a COVID.

Los pacientes con COVID-19, presentan múltiples alteraciones que pueden desencadenar los trastornos de la coagulación, como son el daño endotelial producido por el virus, la estimulación inmune que eleva la producción de citoquinas inflamatorias y el estado de hipoxia por el daño pulmonar, que es un activador conocido de la coagulación. Por ello la ISTH recomienda abordar la infección y manejar las complicaciones pulmonares para reducir la hipoxia.

Otras sociedades médicas como la Sociedad Española de Trombosis y Hemostasia (SETH) han redactado una serie de guías de manejo para la misma condición en diferentes poblaciones de riesgo, le invitamos a revisarlas aquí.