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¿Cómo afectan las emociones a la salud digestiva?

Salud digestiva

La salud digestiva es un pilar fundamental del bienestar general. Sin embargo, muchas veces se pasa por alto la profunda influencia que tienen las emociones sobre el funcionamiento del aparato digestivo. Estrés, ansiedad o tristeza, pueden desencadenar síntomas físicos como dolor abdominal, acidez, distención o alteraciones en el tránsito intestinal. Esta relación no es imaginaria ni subjetiva: tiene una sólida base fisiológica, bioquímica y neurológica.

El eje intestino-cerebro: una autopista de comunicación

La conexión entre el sistema nervioso central y el sistema gastrointestinal se conoce como eje cerebro-intestino (gut-brain axis). Este sistema bidireccional permite una comunicación constante entre ambos órganos a través de mecanismos neuronales, hormonales e inmunológicos.

El intestino no es un órgano pasivo: está equipado con una vasta red de más de 100 millones de neuronas, conocida como sistema nervioso entérico, a menudo apodado como “el segundo cerebro”. Este sistema opera de forma autónoma, pero también responde a señales del sistema nervioso central, especialmente a través del nervio vago, la principal vía de comunicación entre el intestino y el cerebro.

Emociones negativas y su impacto sobre el sistema digestivo

Cuando una persona experimenta emociones negativas, el cerebro puede enviar señales que  alteran la motilidad intestinal, el equilibrio de las secreciones gástricas, la sensibilidad visceral e incluso la composición del microbioma intestinal (1).

Estrés

El estrés es uno de los factores emocionales más estudiados en relación con la salud digestiva. En situaciones estresantes, el cuerpo activa el eje hipotálamo-hipófisis-adrenal (HHA), lo que provoca un aumento en la liberación de cortisol y adrenalina. Estas hormonas afectan la función intestinal de múltiples formas:

  • Inhiben la digestión al disminuir el flujo sanguíneo del intestino, afectando la absorción de nutrientes.
  • Alteran la motilidad intestinal, provocando diarrea o estreñimiento.
  • Alteran la percepción sensorial, cambiando la forma en que el cerebro interpreta las señales del intestino, causando o exacerbando síntomas como dolor abdominal.

Diversos estudios han encontrado que el estrés crónico puede exacerbar síntomas de enfermedades digestivas funcionales como el síndrome del intestino irritable (SII) (2). Incluso en personas sin patologías digestivas diagnosticadas, el estrés puede causar molestias como distención, gases y dolor abdominal.

Ansiedad y depresión

La ansiedad y la depresión también están estrechamente relacionadas con trastornos digestivos. El eje cerebro-intestino permite que las emociones influyan en la función intestinal y viceversa. Es decir, los pacientes con trastornos del estado de ánimo tienen una mayor prevalencia de enfermedades como dispepsia funcional, SII o enfermedad por reflujo gastroesofágico, mientras que los pacientes con alteraciones en la microbiota intestinal pueden inducir comportamientos similares a la depresión u otras condiciones psiquiátricas (3).

Algunos  de los síntomas digestivos que pueden presentarse en estos casos son:

  • Náuseas
  • Sensación de vacío o “mariposas en el estómago”
  • Pérdida del apetito o hambre.
  • Tránsito intestinal irregular (estreñimiento o diarrea).
  • Distención abdominal.
  • Dolor abdominal.

Emociones reprimidas o no expresadas

Existe una creciente evidencia sobre la relación entre el procesamiento emocional deficiente (especialmente la supresión emocional crónica) y alteraciones digestivas. Un estudio de 2003 publicado en Psychosomatic Medicine encontró que las personas con altos niveles de alexitimia (dificultad para identificar y expresar emociones) tenían más riesgo de presentar síntomas gastrointestinales funcionales, incluso controlando otros factores como el estrés o la ansiedad (4).

El papel del microbioma intestinal en la salud emocional

Una de las áreas más prometedoras de investigación es la relación entre la microbiota intestinal (conjunto de microorganismos que habitan el intestino) y las emociones. Se ha demostrado que el estado de la microbiota puede afectar directamente el estado de ánimo, los niveles de ansiedad y la respuesta al estrés (5).

Por ejemplo, alteraciones en la diversidad y equilibrio de la microbiota pueden generar inflamación de bajo grado, alterar la permeabilidad intestinal (“intestino permeable”) y modificar la producción de neurotransmisores y neuromoduladores. Algunos estudios han demostrado que ciertos probióticos pueden mejorar síntomas de ansiedad y depresión leves al restaurar el equilibrio de la microbiota intestinal (6).

Esta interacción bidireccional reafirma la necesidad de abordar simultáneamente la salud digestiva y la salud mental.

Trastornos digestivos influenciados por factores emocionales

1. Síndrome del intestino irritable (SII)

El SII es un trastorno funcional del sistema digestivo caracterizado por dolor abdominal, distención y alteraciones en el tránsito y la motilidad intestinal. Numerosos estudios han demostrado que factores psicológicos como el estrés, la ansiedad y la depresión están estrechamente relacionados con su aparición y la gravedad de sus síntomas (2).

Además, la presencia de trastornos del estado de ánimo pueden exacerbar los síntomas gastrointestinales y afectar negativamente la calidad de vida de estos pacientes.

2. Dispepsia funcional

La dispepsia funcional se manifiesta con síntomas como dolor epigástrico, sensación de plenitud y náuseas sin una causa orgánica aparente. Se ha observado que el estrés y la ansiedad pueden desempeñar un papel significativo en la aparición y la intensidad de estos síntomas. Estudios han encontrado una asociación entre niveles elevados de ansiedad y depresión con una mayor prevalencia de dispepsia funcional, lo que sugiere que los factores emocionales pueden influir en la percepción de esta molestia gastrointestinal (7).

3. Enfermedad Inflamatoria Intestinal (EII)

La EII, que incluye la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa, es una afección inflamatoria crónica del tracto gastrointestinal. Aunque su etiología es multifactorial, se ha identificado que el estrés psicológico crónico puede desencadenar brotes y empeorar la actividad de la enfermedad. Además, los pacientes con EII tienen una mayor prevalencia de trastornos del estado de ánimo, como la ansiedad y la depresión, en comparación con la población general. Esta relación bidireccional entre la EII y los factores emocionales resalta la importancia de abordar la salud mental en el manejo integral de la enfermedad (8).

Salud digestiva y emociones: cómo tratarlas

Terapias psicológicas

Las intervenciones psicológicas desempeñan un papel crucial en el tratamiento de trastornos digestivos influenciados por las emociones. La terapia cognitivo-conductual (TCC) ha demostrado ser efectiva para reducir los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII), ayudando a los pacientes a identificar y modificar patrones de pensamiento que agravan sus síntomas gastrointestinales. Un metaanálisis de la Cochrane Library respalda la eficacia de la TCC en la mejora de los síntomas del SII y la calidad de vida de los pacientes (9).

La hipnoterapia dirigida al intestino también ha mostrado ser eficaz para reducir los síntomas del SII. Esta técnica induce un estado de relajación profunda, mitigando la respuesta del sistema nervioso autónomo y mejorando la motilidad intestinal. Un estudio publicado en el American Journal of Gastroenterology evidencia que la hipnoterapia puede ser una herramienta útil para abordar la disfunción del eje intestino-cerebro en niños (10).

Mindfulness y técnicas de relajación

El mindfulness, que implica la práctica de aceptar y estar plenamente consciente de los pensamientos y emociones, ha demostrado reducir el estrés y mejorar los síntomas gastrointestinales en personas con trastornos digestivos. Un estudio publicado en el Journal of Clinical Gastroenterology destaca que la terapia de reducción de estrés basada en mindfulness (MBSRT) puede ser beneficiosa para pacientes con SII, al fomentar la conciencia y la aceptación del momento presente (11).

Las técnicas de relajación, como la respiración profunda y la relajación muscular progresiva, también pueden ser efectivas en el manejo de trastornos digestivos relacionados con el estrés. Un estudio prospectivo evaluó el impacto de la relajación muscular progresiva combinada con intervención musical en síntomas gastrointestinales. Los participantes que practicaron esta técnica con música durante 4 semanas reportaron mejoras significativas en síntomas como dolor abdominal, distensión y malestar general. Esto sugiere que esta práctica puede ser beneficiosa para pacientes con trastornos digestivos funcionales (12).

Intervenciones dietéticas

La dieta juega un papel crucial en la salud digestiva y emocional. La microbiota intestinal, vinculada al sistema nervioso, puede influir directamente en la salud mental y gastrointestinal. Consumir una dieta rica en fibra y prebióticos puede promover un microbioma intestinal saludable y mejorar tanto la función digestiva como el estado de ánimo. El Instituto Nacional de Diabetes y Enfermedades Digestivas y Renales (NIDDK) resalta que cambios en la dieta, como aumentar la ingesta de fibra y seguir una dieta baja en FODMAP (Carbohidratos fermentables de cadena corta), pueden mejorar los síntomas del SII (2).

Aunque los probióticos son comúnmente utilizados para mejorar la salud digestiva, las guías clínicas del American College of Gastroenterology recomiendan la individualización en su uso para el tratamiento del SII, debido a la evidencia limitada sobre su eficacia global. Sin embargo, los prebióticos y fibras vegetales especializadas, pueden nutrir beneficiosamente las bacterias buenas en el colon y proporcionar una amplia gama de beneficios para la salud (13).

Ejercicio físico

El ejercicio físico regular tiene beneficios tanto para la salud digestiva como emocional. Se ha demostrado que el ejercicio mejora la motilidad intestinal, reduce la inflamación y aumenta la liberación de neurotransmisores como las endorfinas, que ayudan a reducir el estrés y la ansiedad. En el contexto de los trastornos digestivos relacionados con el estrés, como el SII, el ejercicio moderado, como caminar o practicar yoga, puede reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida.

Un estudio en ScienceDirect demuestra que el ejercicio tiene efectos positivos sobre la función digestiva y la reducción de los síntomas gastrointestinales relacionados con el estrés. Después de seis semanas de ejercicio aeróbico en cinta, los participantes que lo realizaron mejoraron notablemente sus síntomas de síndrome del intestino irritable (SII) y su calidad de vida, en comparación con quienes no hicieron ejercicio. (14).

En resumen

Las emociones y el sistema digestivo están más conectados de lo que parece. Cuando sentimos estrés, ansiedad o tristeza, nuestro cuerpo reacciona y muchas veces esto se refleja en síntomas estomacales como: dolor, acidez, distención o cambios en el ritmo intestinal. Esto no es casualidad, existe una comunicación directa entre el cerebro y el intestino, conocida como el «eje cerebro-intestino».

El intestino cuenta con una red nerviosa que se conecta con el cerebro, por eso, cuando estamos alterados emocionalmente puede afectarse el proceso digestivo. El estrés, por ejemplo, puede alterar los movimientos intestinales y provocar dolor abdominal. La ansiedad y la depresión también pueden causar náuseas, pérdida de apetito o desajustes del tracto digestivo. Estudios muestran que las personas con dificultades para expresar sus sentimientos tienden a tener más molestias digestivas. También se ha comprobado que los microbios que coexisten en el intestino (microbiota) influyen en nuestro estado de ánimo y viceversa.

Algunos trastornos digestivos, como el síndrome del intestino irritable o la dispepsia funcional, suelen empeorar con el estrés o la ansiedad. Para tratarlos no sólo es útil cambiar la dieta, sino también trabajar en la salud emocional. La terapia psicológica, el mindfulness, la actividad física y una alimentación rica en fibra y prebióticos pueden ayudar a mejorar tanto la digestión como el bienestar emocional.

Cuidar la mente es cuidar el estómago y un intestino sano ayuda a mejorar las emociones.

Referencias

  1. Konturek PC; Brzozowski T;Konturek SJ. Stress and the gut: pathophysiology, clinical consequences, diagnostic approach and treatment options [Internet].J Physiol Pharmacol. Estados Unidos. 2011. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/22314561/
  2. Symptoms & Causes of Irritable Bowel Syndrome.  [Internet]. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Disease. Estados Unidos. 2017. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://www.niddk.nih.gov/health-information/digestive-diseases/irritable-bowel-syndrome
  3. Rogers, G. B., Keating, D. J., Young, R. L., Wong, M. L., Licinio, J., & Wesselingh, S. From gut dysbiosis to altered brain function and mental illness: mechanisms and pathways. [Internet]. Molecular psychiatry. 2016. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC4879184/
  4. Porcelli P, Bagby RM, Taylor GJ, De Carne M, Leandro G, Todarello O. Alexithymia as predictor of treatment outcome in patients with functional gastrointestinal disorders. [Internet]. Psychosomatic Medicine. 2003. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/14508040/
  5. 4 Fast Facts about the Gut-Brain Connection [Internet]. National Center for Complementary and Integrative Health.2025. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://www.nccih.nih.gov/news/events/4-fast-facts-about-the-gutbrain-connection
  6. Sarkar, A., Lehto, S. M., Harty, S., Dinan, T. G., Cryan, J. F., & Burnet, P. W. J.. Psychobiotics and the Manipulation of Bacteria-Gut-Brain Signals. [Internet]. Trends in neurosciences. 2016.  [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC5102282/#sec0045
  7. Huang, Q., Yuan, H., Li, Q., Li, Y., Geng, S., Zhu, Y., Liao, M., & Jiang, H. Global trends in research related to functional dyspepsia and anxiety or depression over the past two decades: a bibliometric analysis. [Internet].Frontiers in neuroscience.2023. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://pmc.ncbi.nlm.nih.gov/articles/PMC10651763/
  8. Ge L, Liu S, Li S, Yang J, Hu G, Xu C, Song W. Psychological stress in inflammatory bowel disease: Psychoneuroimmunological insights into bidirectional gut-brain communications. [Internet]. Frontiers in Immunology. 2022. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/36275694/
  9. Ford AC, Talley NJ, Schoenfeld PS, Quigley EM, Moayyedi P. Psychological therapies for the management of irritable bowel syndrome. [Internet]. Cochrane Library. 2009. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://www.cochranelibrary.com/cdsr/doi/10.1002/14651858.CD006442.pub2/abstract/es
  10. Vlieger AM, Rutten JM, Govers AM, Frankenhuis C, Benninga MA. Long-term follow-up of gut-directed hypnotherapy vs. standard care in children with functional abdominal pain or irritable bowel syndrome. [Internet]American Journal Gastroenterology. 2012. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://journals.lww.com/ajg/Abstract/2012/04000/Long_Term_Follow_Up_of_Gut_Directed_Hypnotherapy.24.aspx
  11. Ashraf MU, Akhouri D, Bhardwaj D, Siddiqui B. A Study to Evaluate the Effectiveness of «Mindfulness-Based Stress Reduction Therapy (MBSRT)» in Reducing Symptom Severity and Improving Quality of Life in Patients Suffering From Irritable Bowel Syndrome. [Internet] Journal of Clinic Gastroenterology. 2022. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://journals.lww.com/jcge/abstract/2023/10000/a_study_to_evaluate_the_effectiveness_of.15.aspx
  12. Liu J, Liu T, Lu H, Zhao X, Ma S, Song F, Qiao N, Cheng W, Qi X. Impact of Relaxation and Music Intervention on Psychological and Gastrointestinal Health in Military Recruits: A Prospective Study. Therapeutics and Clinical Risk Management. 2025.  [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://www.dovepress.com/impact-of-relaxation-and-music-intervention-on-psychological-and-gastr-peer-reviewed-fulltext-article-TCRM
  13. Irritable Bowel Syndrome and Complementary Health Approaches: What the Science Says. [Internet]. National Center for Complementary and Integrative Health. 2023. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://www.nccih.nih.gov/health/providers/digest/irritable-bowel-syndrome-and-complementary-health-approaches-science  
  14. Mozhgan Fani; Javid Mostamand; Maedeh Fani ; Navid Chitsaz; Awat Feizi. The effect of aerobic exercises among women with mild and moderate irritable bowel syndrome: A pilot study. [Internet]. Journal of Bodywork and Movement Therapies. 2019. [Consultado el 09 de mayo de 2025]. Disponible en: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S136085921830069X
Dirección Médica de Laboratorios Farma y Gerencia de Asuntos Regulatorios

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