Ejercicios recomendados para pacientes con insuficiencia cardíaca

La insuficiencia cardíaca es una condición crónica que impide al corazón bombear suficiente sangre para satisfacer la demanda del cuerpo. Aunque el tratamiento médico es fundamental, la actividad física adecuada puede jugar un papel crucial en mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Sin embargo, no cualquier tipo de ejercicio es adecuado; por ello, es importante seguir recomendaciones específicas para evitar complicaciones y promover la recuperación cardiovascular.

Ejercicio en pacientes con IC

El ejercicio tiene múltiples beneficios para las personas con insuficiencia cardíaca. Entre estos, se destacan que contribuye con la mejoría en la circulación, en la reducción de la presión arterial, el control del peso y disminuir el estrés. Además, favorece la mejora de la capacidad del corazón para bombear sangre de manera eficiente y aumenta la resistencia física, lo que permite realizar actividades cotidianas con menos fatiga. De hecho, la falta de actividad física es uno de los factores de riesgo cardiovascular más frecuentes.

Un estudio realizado en 2017 demostró la asociación protectora de la actividad física contra el riesgo de insuficiencia cardíaca en todo el rango de índice masa corporal e independientemente de la presencia de condiciones cardíacas y no cardíacas (1), lo que demuestra la importancia del ejercicio como actividad cardioprotectora.

No obstante, es vital que estos ejercicios sean prescritos y supervisados por un médico o un fisioterapeuta especializado. El ejercicio inadecuado puede sobrecargar el corazón, empeorando los síntomas de la insuficiencia cardíaca. Estos son algunos tipos de ejercicios recomendados:

Caminata moderada

La caminata es uno de los ejercicios más seguros y eficaces para los pacientes con insuficiencia cardíaca. Se recomienda comenzar con caminatas de baja intensidad y poca duración (unos 10 a 15 minutos) y luego aumentar gradualmente el tiempo hasta llegar a 30 minutos, siempre que no se presenten síntomas como dificultad para respirar o mareos. La caminata ayuda a mejorar la circulación sin generar una sobrecarga considerable en el corazón.

Ejercicios de resistencia

Levantar pesas ligeras puede ser beneficioso para mejorar la fuerza muscular, siempre y cuando se realicen bajo supervisión médica. Los ejercicios de resistencia deben enfocarse en mejorar el tono muscular sin sobrecargar el sistema cardiovascular. Se recomienda el uso de pesas ligeras (1-2 kg) o bandas de resistencia y realizar pocas repeticiones.

Un estudio de Cochrane de 2017 que analizó 33 ensayos controlados aleatorios en 4740 participantes encontró que hubo una reducción en las admisiones hospitalarias y una mejora en la calidad de vida del grupo que participó en el programa de entrenamiento físico, en comparación con el grupo control (2). En ese sentido, si bien puede ser incómodo comenzar a ejercitarse cuando se ha tenido una vida sedentaria, el comienzo lento, progresivo y con poca carga siempre será mejor que no hacer nada. Lo importante es comenzar.

Ejercicios de estiramiento

Los ejercicios de flexibilidad o estiramientos ayudan a mantener los músculos y las articulaciones en buen estado, mejorando la movilidad y previniendo lesiones. Además, tienen un impacto mínimo en el corazón, lo que los convierte en una excelente opción para complementar el ejercicio aeróbico.

Ejercicios de respiración

El entrenamiento respiratorio, como las técnicas de respiración profunda o el uso de dispositivos para mejorar la función pulmonar, es beneficioso para los pacientes con insuficiencia cardíaca. Estos ejercicios pueden mejorar la oxigenación del cuerpo y reducir la sensación de falta de aire.

A tener en cuenta

Es esencial que los pacientes con insuficiencia cardíaca escuchen a su cuerpo. Si durante el ejercicio experimentan síntomas como fatiga excesiva, dificultad para respirar, dolor en el pecho o mareos, deben detenerse de inmediato y consultar a un médico. El ejercicio debe ser progresivo, con aumentos graduales en intensidad y duración. Además, es recomendable realizar una evaluación médica antes de comenzar cualquier programa de ejercicio.

Finalmente, la hidratación es fundamental, así como evitar realizar ejercicio en ambientes extremadamente calurosos o fríos, que pueden aumentar la carga de trabajo para el corazón.

Por otro lado, es importante recordar que el ejercicio no es sustituto del tratamiento médico. La calidad y continuidad del tratamiento son importantes para garantizar la salud y la calidad de vida en pacientes con insuficiencia cardíaca.

Referencias

  1. Cattadori, G., Segurini, C., Picozzi, A., Padeletti, L., & Anzà, C. Exercise and heart failure: an update. [Internet]. ESC heart failure. 2018. Consultado el 18 de septiembre de 2024. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5880674/
  2. Morris, J. H., & Chen, L. Exercise Training and Heart Failure: A Review of the Literature. [Internet]. 201. Cardiac failure review. Consultado el 18 de septiembre de 2024. Disponible en: https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6396064/
Dirección Médica de Laboratorios Farma y Gerencia de Asuntos Regulatorios

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Material revisado por equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, conformado por Médico Internista, Hematólogo, Anestesiólogo y Farmacéuticos.