La sexualidad sana es parte de la personalidad y salud del ser humano, representa el pilar del desarrollo físico y emocional. Es normal que necesites sentir satisfacción al momento de tener intimidad, contacto, expresión emocional, placer y amor con tu pareja.
Para disfrutar de una sexualidad sana debes seguir una serie de pautas en la que ambos participen de manera activa y respetuosa. Por lo tanto, te invito a conocer qué es, cómo vivirla, cómo influye un estilo de vida saludable y 10 consejos para recuperarla.
Tabla de contenidos
¿Cómo vivir una sexualidad sana en pareja?
Una sexualidad sana en pareja es esencial para mantener una relación feliz y satisfactoria. La clave es la comunicación constante y el respeto mutuo para lograr una sexualidad saludable en la relación. Siempre es una buena idea explorar más a través de la educación sexual y, si es necesario, buscar orientación profesional.
La importancia de la sexualidad en las relaciones de pareja
La falta de conocimiento con respecto a este tema y los prejuicios errados de la sociedad, inciden directamente sobre tu calidad de vida.
Si tienes poca armonía en las relaciones íntimas con tu pareja los conflictos aumentarán, ya que cambia la manera de expresarte y la estabilidad emocional. El contacto físico, comunicación y el sexo son fundamentales para que estés más unido a tu pareja.
Además, existen problemas sexuales que no solamente afectan a un individuo, sino a la pareja, tales como la disfunción eréctil, eyaculación precoz, anorgasmia, vaginismo entre otras afecciones.
Por lo tanto, es importante saber cómo sobrellevar la situación para conservar el interés de ambos.
¿Cuáles son las características de una sexualidad sana?
La sexualidad sana tiene características específicas a nivel individual como en pareja. Sin embargo, hay comportamientos que te identifican como una persona sana a nivel sexual, también denominados como comportamientos de vida del adulto sexualmente sano:
- Valoras tu propio cuerpo.
- Buscas información relacionada con la reproducción cuando es necesario.
- Reconoces que el crecimiento humano depende de la sexualidad y que puede o no incluir el contacto sexual genital o la reproducción.
- Tienes una interacción acertada y respetuosa con ambos géneros.
- Estás seguro de tu orientación sexual y respetas la de los demás.
- Expresas tu amor y deseos por tu pareja de manera confiable.
- Creas y mantienes relaciones relevantes.
- Participas solamente en relaciones de pareja en las que no existe la manipulación o la explotación.
- Vives y te identificas según tus propios valores.
- Demuestras habilidades para mejorar las relaciones personales.
- Tomas decisiones sin dejar de lado a tu pareja y estilo de vida.
- Te comunicas de manera eficaz con tu pareja, familia y compañeros.
- Eres responsable de tus propios actos.
- Empleas métodos anticonceptivos bajo acuerdo previo con tu pareja para evitar embarazos no deseados.
- No sostienes relaciones sexuales con tu pareja sin su aprobación.
- Evitas las infecciones de transmisión sexual.
- Compartes con tu pareja acciones que fortalezcan la salud, tales como evaluaciones médicas regulares, autoexámenes de mamas y testículos, etc.
- Evitas comportamientos que terminen en la intolerancia y el prejuicio.
Sexualidad sana: definición y componentes
La sexualidad sana es un acto de intimidad, conexión y creatividad entre dos personas que desean tener la misma experiencia. Por lo tanto, no es un acto mecánico-fisiológico y tiene los siguientes componentes:
- Comunicación abierta y honesta
Es importante mantener una comunicación abierta y honesta con tu pareja para garantizar una sexualidad sana. También es esencial para resolver conflictos de manera eficaz ayudando al crecimiento de la relación.
La pérdida de este elemento es la principal razón por la que una relación concluye en la actualidad. Tampoco debes dejar de lado la opción de acudir a un especialista en temas sexuales que disponen de las herramientas necesarias para abordar problemas complejos de pareja.
Por ejemplo, la disfunción eréctil es un problema que afecta a miles de parejas en la actualidad y que pocas saben sobrellevar. Es una condición en la que el hombre no puede mantener una erección el tiempo suficiente para satisfacer a su amante.
Este problema puede ser muy difícil de conversar con tu pareja y es poco probable que tengas las herramientas para solucionarlo.
No obstante, si mantienes una línea de comunicación directa con tu pareja y acuden a un especialista, lo más probable es que vuelvan a tener una sexualidad sana.
De hecho, uno de los tratamientos más efectivos es el apoyo y la comprensión del tema por parte de la pareja para superarlo.
- Conexión emocional y psicológica
La conexión emocional y psicológica hace referencia a la capacidad que tienes para comunicarte y apoyarte a nivel emocional con tu pareja. También incluye el nivel para expresar tus sentimientos, experiencias, pensamientos de manera íntima.
Este aspecto es clave dentro de una relación de pareja y para tener éxito primero debes hacer una exploración sobre ti mismo.
Es decir, saber qué cosas te gustan, que te lleva al clímax, para poder compartirlas con ese ser amado y conectar a nivel emocional y psicológico.
La conexión emocional y psicológica requiere de empatía para que ambos integrantes sientan que son escuchados, valorados y aceptados tal y como son.
Mientras mayor sea esta conexión, también lo será el nivel de bienestar y satisfacción en pareja.
- Placer mutuo y satisfacción sexual
Aunque el placer es muy gratificante al momento de tener intimidad, para tener una sexualidad sana debes saber que la satisfacción de la otra persona aumenta el placer propio.
Es decir, depende de ti hacer que la otra persona disfrute, así como tu satisfacción también cuenta para ella, debe existir un equilibrio entre lo que das y recibes a cambio.
Es clave dedicar una parte de tu tiempo para conocer cómo funciona tu pareja, mientras mayor sea la satisfacción de ambos más positiva será la conexión.
Además, es importante comunicarte con tu pareja al terminar el acto sexual, de este modo compartes sentimientos, aumentas los lazos de confianza y la comodidad entre ambos.
- Respeto por los límites y deseos individuales
Aunque tu relación de pareja tenga muchos años, es fundamental mantener una comunicación en la cual establezcan límites y los deseos de cada uno.
El acto sexual no es igual siempre y tampoco debe serlo, prueba nuevas cosas bajo previo acuerdo para aumentar el disfrute de ambos.
Por ejemplo, si alguno de los dos tiene una carga sexual mayor, rogar, persuadir, criticar, escapar, amenazar, solamente terminará incrementando la gravedad del problema.
Si tu pareja está abrumada por las responsabilidades del hogar, el trabajo, los niños y no tiene deseos sexuales, lo mejor es que entiendas sus necesidades.
También puedes invitarle a salir del dormitorio y realizar una actividad juntos para disminuir el estrés, así mejorará la sexualidad.
Cuando descubres lo que le gusta al otro en la intimidad o aprendes sobre su cuerpo, la sexualidad sana comienza a ser parte de sus vidas.
Estilo de vida saludable y su influencia en la sexualidad
Nutrición y actividad física: impacto en la energía y la libido
Los hábitos de nutrición saludable son importantes para conservar el apetito sexual y la libido.
Una buena alimentación te ayuda a conservar tu estado de salud y permite que el sistema endocrino funcione perfectamente, un elemento fundamental en la sexualidad.
Además, un adecuado rendimiento físico y una mentalidad predispuesta a una sexualidad sana necesita de hábitos de nutrición saludables que le brinden a tu cuerpo muchos beneficios.
Gestión del estrés y su influencia en la intimidad
La mayoría de las relaciones sexuales que están bajo los efectos del estrés resultan nada o poco satisfactorias. La tensión muscular, los dolores de cabeza y el cansancio generalizado disminuyen la libido.
También, generan problemas de disfunción eréctil, eyaculación precoz y ausencia de lubricación vaginal.
La razón es que el cuerpo experimenta una disminución de los niveles de andrógenos y estrógenos cuando no sabes gestionar el estrés. Además, la poca atención durante el acto sexual hace que la pareja experimente una menor satisfacción.
Te recomendamos hacer actividad física o dedicar parte de tu tiempo a tus hobbies preferidos en pareja como una manera de combatir el estrés y encaminarte a una sexualidad sana.
Hábitos de sueño y su relación con el deseo sexual
Un descanso óptimo te otorga la energía y resistencia adecuada para tener intimidad con tu pareja, debido a que permite que tu cuerpo restablezca el equilibrio hormonal y esté listo nuevamente para el acto sexual.
La falta de sueño causa disfunción eréctil porque empiezas a estar estresado por no haber descansado correctamente. Además, hace que tu cerebro disminuya la producción de hormonas como la testosterona o el estrógeno.
En las mujeres causa falta de interés sexual debido a la fatiga generada por los trastornos de sueño.
Sin embargo, tener intimidad con tu pareja antes de dormir ayuda al cuerpo a estar más relajado y alivia la ansiedad. El sexo libera oxitocina, una hormona que tiene un efecto sedante y te ayuda a conciliar el sueño.
Cuidado personal y de autoestima
Mientras una persona tenga una autoestima media, en otras palabras, ni alta ni baja, tendrá una sexualidad sana. Sin embargo, los problemas aparecen cuando llegas a alguno de los dos extremos.
Cuando la autoestima es baja no te sientes deseable como para merecer relaciones sexuales con tu pareja. Pero, si es alta, hay una alta probabilidad de que creas que tu pareja no esté a tu altura.
Si tu autoestima es normal, te sentirás pleno y con capacidad de amar y ser amado.
Durante el acto sexual es natural que la autoestima aumente, si ves que tu pareja disfruta estar contigo. Aunque sucede lo contrario si tras tener intimidad ambos o alguno está insatisfecho, ya que puedes culpar al otro y hacer que la pareja esté resentida.
Es importante tener un correcto cuidado personal en dientes, manos, boca y genitales, así como utilizar métodos anticonceptivos.
Pues, cada uno tiene un papel relevante en el acto sexual y puede terminar causando una infección, enfermedad de transmisión sexual o un embarazo no deseado.
Debes consultar a tu médico y realizarte un autoexamen de los genitales una vez al año y comunicar los resultados a tu pareja.
De este modo, identificarás posibles problemas como cambios de coloración, textura, secreciones, etc., indicativos de alguna enfermedad.
¿Cómo recuperar la vida sexual con tu pareja? 10 consejos
Recuperar la vida sexual en una relación puede ser un desafío, pero es totalmente posible con paciencia, comunicación abierta y empatía mutua.
Los 10 mejores consejos para fomentar una sexualidad sana en pareja
- Haz meditación para alejar los pensamientos negativos cuando estés estresado y concentrarte mejor en tu pareja.
- Ama a tu cuerpo y acepta el de tu pareja para conseguir una sexualidad sana.
- Reduce la ingesta de cafeína en las noches o cualquier estimulante por lo menos 30 minutos antes de dormir. Así tu cuerpo irá moderando el ciclo de sueño de forma natural hasta tener una sexualidad sana.
- Presta especial atención a las actividades del día que influyen en tu ciclo de descanso y trata de evitarlas para dormir al menos ocho horas.
- Visita a tu médico de manera periódica para comprobar que tu salud sexual es adecuada y comunícale los resultados a tu pareja.
- Acude a un psicólogo para recibir terapia de pareja si es necesario, este tipo de tratamiento puede ayudar a mejorar tu relación.
- Mantén una actitud positiva al momento de probar nuevas cosas en el acto sexual.
- Deja de lado los prejuicios y los sentimientos de culpa para poder tener satisfacción sexual.
- Mantén conversaciones sobre lo que te gusta, cómo quieres vivirlo y que tantas ganas lo deseas.
- Mantén una nutrición adecuada y realiza ejercicios de manera constante.
Referencias
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- MedlinePlus. Salud sexual [Internet]. medlineplus.gov. 2021. Disponible en: https://medlineplus.gov/spanish/sexualhealth.html
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- Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y Renales. Disfunción eréctil (DE) en Español – NIDDK [Internet]. National Institute of Diabetes and Digestive and Kidney Diseases. 2012. Disponible en: https://www.niddk.nih.gov/health-information/informacion-de-la-salud/enfermedades-urologicas/disfuncion-erectil
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