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Ketorolaco para el dolor: qué es, cómo funciona y cuándo usarlo

El dolor es una señal de que algo anda mal en nuestro cuerpo, también puede ser un síntoma en sí mismo. El ketorolaco se presenta como una alternativa terapéutica eficaz para brindar alivio a corto plazo.

En esta guía completa, te explicaremos qué es el ketorolaco, cómo funciona, cuándo está indicado su uso y cuáles son las precauciones que se deben tener en cuenta.

¿Qué es el ketorolaco y para qué sirve?

Es un antiinflamatorio no esteroideo (AINE) que inhibe la actividad de la ciclooxigenasa, reduciendo así la síntesis de prostaglandinas. Se emplea para el alivio del dolor moderado o severo en situaciones como el postoperatorio o el cólico nefrítico.

El ketorolaco ejerce su efecto analgésico y antiinflamatorio al evitar la formación de una sustancia corporal relacionada con estos procesos.

Este fármaco se comercializa con diversas marcas y presentaciones. Sin embargo, es importante tener en cuenta que no todas las formas pueden estar disponibles para tratar las condiciones médicas mencionadas.

Si aún no has conversado con tu médico sobre este asunto o si tienes alguna incertidumbre acerca de por qué estás tomando este medicamento, es recomendable consultar. 

Es fundamental no interrumpir el tratamiento sin antes obtener la aprobación de su médico.

Uso adecuado del ketorolaco

Comprimidos

Si estás tomando comprimidos de ketorolaco, es crucial seguir estas recomendaciones para minimizar el malestar estomacal:

  1. Los comprimidos deben ingerirse junto con una comida o un refrigerio, también puedes tomarlos con un antiácido.
  2. Acompaña el medicamento con un vaso lleno de agua.
  3. Después de tomarlo, no te acuestes durante 15 a 30 minutos.

El ketorolaco debe emplearse únicamente bajo prescripción médica para tratar ciertos tipos de dolor. Dado el riesgo de efectos secundarios graves, no debes almacenar el medicamento sobrante para uso futuro ni compartirlo con otras personas.

Dosificación

La cantidad de ketorolaco que necesita cada persona puede variar. Por lo tanto, sigue las instrucciones de tu médico al pie de la letra. 

La duración del tratamiento no debe exceder los 5 días. Es crucial considerar las contraindicaciones y los factores de riesgo, como la función renal y la historia de úlcera péptica, para evitar efectos adversos graves.

Sublingual 

El comprimido de ketorolaco sublingual no debe masticarse. La administración sublingual implica colocar el comprimido debajo de la lengua para que se disuelva y se absorba a través de la mucosa oral directamente al torrente sanguíneo.

En cuanto al tiempo que se debe esperar para que se produzca el efecto terapéutico, generalmente, el ketorolaco sublingual puede comenzar a hacer efecto en aproximadamente 15 a 30 minutos después de la administración.

Respecto al uso en niños, el ketorolaco generalmente no está recomendado para uso pediátrico debido a su potencial para causar efectos secundarios graves. 

Es fundamental consultar con un médico antes de administrar este medicamento a niños para obtener una evaluación adecuada y considerar alternativas más seguras.

¿En qué casos no se recomienda este medicamento?

Alergias

  • Eres alérgico al ketorolaco o a cualquier otro ingrediente del medicamento.
  • Alergias a la aspirina u otros AINEs (ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco) o has tenido síntomas alérgicos por su consumo (secreción nasal, pólipos nasales, asma, picazón en la piel).

Problemas médicos

  • Sensación general de malestar.
  • En la lactancia.
  • Enfermedad hepática grave o insuficiencia hepática.
  • Enfermedad renal o riesgo de insuficiencia renal.
  • Insuficiencia cardíaca grave no controlada.
  • Colitis ulcerosa y enfermedad de Crohn.
  • Dolores de cabeza recurrentes.
  • Ciclos de estrés y dolor.
  •  En el trabajo de parto.
  • Pérdida de apetito.
  •  Al tomar otros AINE (ibuprofeno, naproxeno, diclofenaco).
  • Al consumir probenecid o pentoxifilina.
  • Niveles altos de potasio en la sangre.
  • Úlcera gástrica o intestinal o antecedentes de úlceras recurrentes.

¿Para cuáles condiciones o enfermedades se prescribe este medicamento?

Si bien el ketorolaco no se recomienda para el manejo del dolor crónico, es una herramienta poderosa para combatir el dolor agudo y moderado en diversas condiciones:

  • Enfermedades reumatológicas como la artritis reumatoide y osteoartritis
  • Dolor muscular y de espalda
  • Dolor de cabeza
  • Dolor asociado al cáncer (neuropático u óseo)
  • Traumas, tales como fracturas posteriores a accidentes

En el ámbito oftálmico, el ketorolaco se utiliza para:

  • Para prevenir o tratar la inflamación que puede surgir tras cirugías oculares, como la extracción de cataratas.
  • Aliviar las molestias oculares como:
    • Conjuntivitis alérgica, ya que combate los signos y síntomas de esta alergia ocular, tales como picazón, enrojecimiento y lagrimeo.
    • Dolor ocular.
    • Elimina la molesta sensación de tener algo en el ojo.
    • Fotofobia, es decir, disminuye la sensibilidad a la luz excesiva.

¿Qué tipo de dolor alivia el ketorolaco?

El ketorolaco es eficaz en el alivio de diferentes tipos de dolor, principalmente aquellos de intensidad moderada a severa. Algunas de las características del dolor que puede aliviar incluyen:

  • Dolor inflamatorio.
  • Dolor agudo.
  • Dolor somático.
  • Dolor visceral como los cólicos renales.

¿El ketorolaco sirve para aliviar el dolor agudo de severa intensidad?

Está indicado para el tratamiento de corta duración del dolor de moderado a intenso en pacientes adultos. Se utiliza habitualmente antes o después de procedimientos médicos o cirugías.

Sin embargo, su uso debe ser limitado a periodos cortos debido a posibles efectos secundarios. Siempre debes seguir las indicaciones de tu especialista en salud y no superar la dosis prescrita.

¿Quién no debe de tomar ketorolaco?

El ketorolaco, aunque efectivo para el manejo del dolor, no es apto para todos los pacientes. Existen ciertas condiciones en las que su consumo está totalmente contraindicado.

  • No usar durante el embarazo y la lactancia: el ketorolaco está totalmente contraindicado durante el embarazo, parto y lactancia. Su uso está prohibido debido a sus efectos adversos sobre el feto y el recién nacido.
  • No usar para la disfunción hepática: el medicamento puede afectar el funcionamiento del hígado, por lo que es crucial vigilar de cerca a los pacientes que lo usan y que tengan alguna condición hepática preexistente.
  • No usar para insuficiencia renal: el ketorolaco está totalmente contraindicado en pacientes con disfunción renal grave (creatinina sérica > 50 mg/l). Su uso aumenta el riesgo de insuficiencia renal, especialmente si presentan hipovolemia o deshidratación.
  • No usarlo en niños: no debe ser administrado a niños ni adolescentes menores de 16 años bajo ninguna circunstancia. Puede ocasionar graves efectos adversos, especialmente en el sistema digestivo y renal.
  • Limitar el uso en adultos mayores: en pacientes de edad avanzada, se debe usar ketorolaco con precaución debido a la prolongación de su vida media y la posible reducción del aclaramiento plasmático.

Contraindicaciones del ketorolaco

En eventos trombóticos cardiovasculares

  • Los AINE, tales como el ketorolaco, aumentan el riesgo de sufrir un ataque cardíaco o un accidente cerebrovascular grave, incluso mortal, y este riesgo puede aumentar cuanto más tiempo se use el medicamento.
  • El ketorolaco está especialmente contraindicado antes o después de una cirugía de bypass coronario, ya que aumenta considerablemente el riesgo de complicaciones graves.

Se debe consultar a un médico antes de usar ketorolaco, especialmente si tienes antecedentes de problemas cardíacos o si tomas otros medicamentos que también aumentan el riesgo de estos eventos.

Riesgo gastrointestinal

El ketorolaco puede provocar úlceras pépticas, sangrado o perforaciones en el estómago o intestinos, lo que puede ser mortal. Estos problemas pueden ocurrir en cualquier momento durante el tratamiento, incluso sin síntomas previos.

Por lo tanto, el ketorolaco está totalmente contraindicado en pacientes con úlcera péptica activa, sangrado o perforación gastrointestinal reciente, o con antecedentes de estas afecciones.

Los adultos mayores y aquellos con antecedentes de úlceras pépticas o sangrado gastrointestinal tienen un mayor riesgo de sufrir estas graves complicaciones gastrointestinales.

Debes informar al médico sobre cualquier problema gastrointestinal previo antes de comenzar a tomar ketorolaco.

Administración intratecal o epidural

El ketorolaco nunca debe administrarse por vía intratecal o epidural a causa del alcohol presente en su composición.

Hipersensibilidad

El ketorolaco puede provocar reacciones de hipersensibilidad, desde broncoespasmo leve hasta shock anafiláctico grave. Se recomienda tener disponibles medidas de emergencia al administrar la primera dosis de inyección.

Además, este medicamento está contraindicado en pacientes con alergia previa al ketorolaco, a la aspirina o a otros antiinflamatorios no esteroideos (AINE).

Riesgo renal

El ketorolaco no debe usarse en pacientes con problemas renales graves o en aquellos con riesgo de desarrollarlos debido a la pérdida de líquidos.

Riesgo de sangrado

El ketorolaco afecta la coagulación de la sangre, por lo que no debe usarse en personas con sangrado cerebral, problemas de sangrado. Tampoco en personas con dificultad para detener el sangrado o que tienen un alto riesgo de sangrado.

Riesgos durante el parto y el nacimiento

Al inhibir la producción de prostaglandinas, el ketorolaco puede generar serias complicaciones durante el parto, incluyendo para el bebé:

  • Riesgo de sufrimiento fetal: la alteración del flujo sanguíneo fetal puede provocar hipoxia (falta de oxígeno) y acidosis (aumento de la acidez en la sangre), poniendo en riesgo la salud y la vida del bebé.
  • Dificultad respiratoria: tras el nacimiento, el bebé puede presentar problemas para respirar debido al cierre deficiente del conducto arterioso.
  • Aumento del riesgo de hemorragia intracraneal: la inhibición de las prostaglandinas puede afectar la coagulación sanguínea del bebé, incrementando el riesgo de sangrado en el cerebro.

Ahora bien, en el caso de la madre:

  • Parto prolongado y distócico: puede ocasionar un trabajo de parto largo y difícil, aumentando el riesgo de complicaciones como agotamiento materno.
  • Hemorragia posparto: La alteración de la coagulación sanguínea puede aumentar el riesgo de hemorragia excesiva después del parto, poniendo en peligro la salud de la madre.

Uso concomitante con antiinflamatorios no esteroides

La administración conjunta de estos medicamentos potencia su efecto inhibidor sobre las prostaglandinas, lo que aumenta considerablemente el riesgo de sufrir eventos adversos graves, incluyendo:

Problemas gastrointestinales:

  • Úlceras gástricas y duodenales.
  • Dispepsia: se caracteriza por dolor abdominal, náuseas, vómitos, ardor y sensación de saciedad precoz, afectando la calidad de vida del paciente.

Problemas renales:

  • Insuficiencia renal aguda: puede llevar a un fallo renal, especialmente en pacientes con factores de riesgo como deshidratación, edad avanzada o enfermedades renales preexistentes.

Problemas cardiovasculares:

  • Aumento del riesgo de trombosis (coágulos sanguíneos): eleva el riesgo de formación de coágulos sanguíneos que pueden obstruir arterias o venas, ocasionando eventos como infartos de miocardio, accidentes cerebrovasculares o tromboembolias venosas.

El ketorolaco se presenta como una alternativa eficaz para el alivio del dolor agudo moderado a intenso, especialmente en casos de dolor posoperatorio, musculoesquelético y dental.

Puede ser una herramienta útil para el manejo del dolor agudo, siempre que se use de manera responsable y bajo la guía de un profesional de la salud. Ante cualquier duda o efecto secundario, no dude en consultar a tu médico o farmacéutico.

Referencias

Dirección Médica de Laboratorios Farma y Gerencia de Asuntos Regulatorios

Dirección Médica de Laboratorios Farma y Gerencia de Asuntos Regulatorios

Material revisado por equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, conformado por Médico Internista, Hematólogo, Anestesiólogo y Farmacéuticos.