Los dolores crónicos afectan a más de 1.900 millones de personas en el mundo y son causantes de estrés, lo cual, a su vez, puede empeorar el dolor en un ciclo dañino para nuestra salud. Descubre cómo lidiar con esto y romper el ciclo de estrés y dolor.  

El dolor y el estrés ¿un ciclo?

A lo largo de la vida, es normal que cualquier persona se enfrente al dolor causado por heridas, golpes o lesiones musculares. Estos son dolores que en la mayoría de los casos desaparecen al terminar el proceso de recuperación. 

Sin embargo, cuando estos y otros dolores reaparecen o se mantienen por meses o años, es cuando se convierten en crónicos, siendo un problema que puede afectar nuestra vida, llegando incluso a paralizarnos física o psicológicamente.

Del mismo modo, un dolor que es constante y que no desaparece puede provocar efectos secundarios como estrés o problemas de sueño. Esto en lugar de mejorar la condición, más bien amplifica el dolor, arrastrando al paciente hacia un círculo nocivo conocido como el ciclo del estrés y el dolor.

Dolor crónico y calidad de vida

De acuerdo a un estudio (British Journal of Anaesthesia), en el mundo los problemas causados por dolores crónicos están en aumento y afectan a 1.900 millones de personas. Mientras otros estudios indican que lo padecen entre 20% y 30% de los adultos, y cerca de la mitad no obtiene  un tratamiento adecuado.

El dolor crónico es aquel que puede durar más de tres meses o, incluso, años. Este puede manifestarse en cualquier parte de tu cuerpo, de forma permanente o de manera intermitente, generando problemas como ansiedad, depresión o dificultad para conciliar el sueño. 

Asimismo, puede afectar nuestras actividades cotidianas, la vida social e incluso nuestra capacidad en el trabajo. Una encuesta en el Reino Unido (Stress Management Society), refleja que 28% de los empleados consultados consideran que los altos niveles de estrés afectan su productividad, lo que se traduce en costos anuales por más de 34 mil millones de dólares para las empresas. 

¿Qué es el estrés y cómo se relaciona con el dolor?

Cuando nos estresamos, el cuerpo aumenta su estado de alerta y se liberan hormonas, como el cortisol, que le indican a otras partes del cerebro que deben prepararse para entrar en acción. En una situación de estrés, los niveles de cortisol que se liberan son más altos, que de mantenerse por tiempo prolongado da como resultado el estrés crónico. 

En esos casos, se vuelve perjudicial para nuestro organismo, provocando inflamaciones inducidas por el estrés, como muerte celular, degeneración de tejidos, dolores lumbares o pélvicos crónicos, fibromialgia, osteoporosis, artritis reumatoide, entre otros trastornos.

El ciclo del estrés y el dolor: ¿cómo puede afectarnos?

Tanto el estrés como el dolor están estrechamente relacionados y por eso es que la exacerbación de uno puede influir negativamente en el otro. 

Eso significa que el estrés puede, por ejemplo, amplificar un dolor o evitar que este mejore, haciéndolo crónico. Del mismo modo, un dolor agudo o crónico, puede ser un factor estresante capaz de activar la liberación de cortisol en nuestro organismo. 

La solución para romper este ciclo de estrés y dolor, está en entender cómo responde nuestro cuerpo a la situación estresante y enseñarle a nuestro cerebro cómo pensar de manera diferente al enfrentarla. 

Existen algunas medidas que pueden ayudarte a cambiar de conducta y escapar de ese ciclo:

  • En lugar de evitar la situación, enfréntala: Si dejamos de preocuparnos por el efecto que puede tener una situación en nuestro dolor crónico, podemos mejorar el dolor en lugar de exacerbarlo.   
  • Haz ejercicio: Al principio este tipo de actividades pueden ser difíciles y retadoras, o incluso pueden parecer contraproducentes, pero su efecto es positivo a la hora de romper el ciclo del estrés y el dolor. 
  • Intenta socializar más:  Relacionarse socialmente además de ser satisfactorio nos permite distraernos del dolor o restarle importancia.  
  • Procura dormir bien:  Dormir es sin duda la mejor forma para que tu cuerpo y tu mente funcione mejor. Una forma de mantener y mejorar esta rutina, es practicando ejercicios de relajación muscular gradual o de respiración, mindfulness y visualizaciones guiadas.

El dolor y el estrés tienen una función clave en la protección de nuestro organismo. Sin embargo, cuando estos se vuelven crónicos pueden generar un ciclo nocivo que termina afectando nuestra salud, llegando incluso a paralizarnos física o psicológicamente.

El ciclo del estrés y el dolor no solo puede incrementar los síntomas de un dolor crónico, sino también puede desencadenar enfermedades graves, como la fibromialgia, osteoporosis, dolores lumbares o pélvicos crónicos y artritis reumatoide. 

Por eso, conocer cómo nos afectan estos problemas y sus consecuencias, son el primer paso para enfrentarlos y determinar las terapias más adecuadas para liberarnos de ese ciclo dañino.

Fuentes