Debido al enlentecimiento en la frecuencia de las deposiciones, se acumula contenido fecal (heces) dentro del intestino grueso o colon, las heces tienden a deshidratarse y compactarse (se vuelven más duras), se acumulan gases y se produce distensión (hinchazón) abdominal, todo lo anterior favorece la aparición de dolor tipo cólicos, gases, sensación de necesidad de evacuar, pujo y a veces dolor al evacuar.
Las heces duras y compactas, unidas al hecho de pujar puede favorecer la aparición de complicaciones como hemorroides, prolapso (descenso) rectal, fisuras (roturas) anales, entre otras.