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¿Qué es el sueño?

El sueño es el acto de dormir, es decir, es estar en un estado inconsciente en el que se produce la suspensión de las funciones sensoriales y de los movimientos voluntarios, pero las labores del cerebro y del cuerpo siguen activas.  Es una tarea natural del cuerpo humano y unas de las más importantes que permite el descanso del cerebro debido que dormir le da al cuerpo y al cerebro una mejor calidad de vida.

La cantidad de sueño que necesitas depende de varios factores, especialmente de tu edad. En líneas general, se necesita un promedio entre 7 a 9 horas de sueño por noche como mínimo para así tener una buena salud y funcionamiento mental.  

Beneficios del sueño

Tener un sueño placentero y reparador ayuda a la supervivencia, ya que le permite al cuerpo un descanso adecuado, debido que el sueño tiene varias fases. Además, ofrece creatividad, retención de información, aumento de la productividad, mejor estado de ánimo, ayuda a perder peso.  Una noche de descanso también mantiene controlados los efectos de la depresión, los problemas cardíacos y protege el sistema inmunológico.

Etapas del Sueño

El sueño se puede dividir en dos grandes fases: sueño no REM y sueño REM.

El sueño no REM es el momento del sueño que el cuerpo utiliza para descansar físicamente.

Se divide, a su vez, en tres partes:

  1. Fase I: es la transición desde la vigilia (estar despierto) al sueño. Se trata de un sueño ligero y, de hecho, si se despierta a la persona en este momento, no recordará que estaba dormida. Dura poco tiempo.
  2. Fase II: es la fase de mayor duración, permite al cuerpo descansar y conservar energía.
  3. Fase III: es el sueño profundo. En esta parte es muy difícil que una persona se despierte. Es en este estadio cuando aparecen los terrores nocturnos y el sonambulismo.

El sueño REM se denomina así por los movimientos que realizan los ojos en esta fase (“Rapid Eye Movements”, movimientos oculares rápidos). Esta fase sirve sobre todo para consolidar la memoria, retener u olvidar información. Es el momento en el que aparecen los sueños, así como las pesadillas.

Cuando se comienza a dormir se pasa primero por las fases no REM y posteriormente por la fase REM. Después de ello se produce un “micro-despertar”, del que la persona no se acuerda al día siguiente, y se vuelve a dormir. Al realizar todas estas fases, completamos un ciclo del sueño.

Causas que afectan a la conciliación del sueño

  • Ambiente no adecuado, es decir, un dormitorio con mucha luz, ruido, exceso de frío o de calor hacen que se dificulte conciliar el sueño.
  • Aparatos electrónicos, las tabletas, teléfonos celulares, y televisores emiten ondas electromagnéticas, por lo tanto, deben estar afuera de la habitación.
  • Afecciones médicas como el cáncer, la diabetes, las enfermedades cardíacas, el asma, reflujo gastroesofágico, hipertiroidismo, Parkinson y el Alzheimer afectan la conciliación del sueño, así como también la depresión y la ansiedad.
  • Cenar tarde hace que el proceso de la digestión sea lento y el cuerpo se sienta pesado a la hora de dormir.
  • Beber café y al alcohol cerca de la hora de dormir
  • No tener una dieta rica y balanceada como cremas de verduras, alimentos ricos en proteínas como el pescado, cereales integrales y almendras.
  • Fumar
  • Cansancio
  • Preocupaciones y/o estrés  

¿Qué puede ocurrir si hay alteraciones del sueño?

No dormir lo suficiente puede ser malo para la salud, ya que el cerebro no puede llevar a cabo sus funciones básicas, como controlar los movimientos voluntarios, el habla, la inteligencia, la memoria y las emociones. Puede presentar dificultades de concentración, o de memoria, mal humor y hasta incluso reaccionar de manera violenta.

Pero no solamente el cerebro necesita descansar, sino el cuerpo también, ya que puede comenzar a experimentar unas series de complicaciones en la vida diaria: agotamiento físico, bajo rendimiento, sueño diurno, dificultad para cumplir con las obligaciones profesionales, familiares o sociales.

Cuando no se duerme bien, se puede incrementar el riesgo de padecer de obesidad, infecciones, depresión, ansiedad y otras complicaciones más graves y que están asociadas a las llamadas enfermedades degenerativas, las cuales son provocadas por el desgaste de las células.

Recomendaciones para dormir bien

  • Con el fin de crear una rutina, se debe fijar una hora para ir a dormir y respetar el horario establecido, manteniendo la jornada de sueño mínimo de 8 horas.
  • Usar la cama para dormir, es decir, se debe evitar ver películas, usar el celular, comer en dicho espacio ya que el exceso de estimulación cognitiva que recibe el cerebro afecta al sueño.
  • Evitar la ingesta de bebidas como el café, el té, chocolate o alcohol, al menos 6 horas antes de ir a descansar.
  • Usar ropa cómoda y fresca; asegúrate de que la habitación tenga una temperatura agradable.
  • Evitar hacer ejercicio mínimo una hora antes de ir a dormir porque el cuerpo se activa y cuesta más conciliar el sueño, originando la subida de las pulsaciones y se segregará adrenalina. 
  • Evitar que las siestas sean no más de dos horas.
  • Hacer yoga, meditar, leer un libro y oír música hace que el cuerpo esté relajado a la hora de ir a dormir y de esta manera poder conciliar el sueño.

Disfrutar de un sueño reparador, es una de las claves para mantenernos jóvenes y sanos; es por esto, que las personas deben tomar conciencia y asumir la responsabilidad de darle al sueño la importancia que se merece. Descansar bien es fundamental para una buena salud mental, física y emocional.