El sistema inmunológico es la defensa natural del cuerpo frente a las infecciones por organismos como los virus, bacterias, parásitos y otros. Mediante una serie de pasos llamados «respuesta inmune» ataca a los microrganismos que invaden el cuerpo y causan las enfermedades.
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¿Cómo mejorar el sistema inmunológico?
El sistema inmunológico, como el resto del cuerpo, debe estar sano para funcionar bien. Su desempeño depende de múltiples nutrientes, la mayoría de los cuales deben adquirirse a través de la alimentación.
Un nutriente muy importante es la vitamina D. Aunque cuando se trata de gripe siempre se habla de la vitamina C, realmente la vitamina D es un nutriente primordial para el funcionamiento integral del sistema inmunológico.
El impacto de la vitamina D en la mejora de la respuesta inmune frente a enfermedades como la gripe, la tuberculosis y coronavirus, ha sido ampliamente estudiado y firmemente establecido.
Estudios recientes han demostrado que cuando las personas mantienen sus niveles corporales de vitamina D en cantidades adecuadas, el riesgo de desarrollar infecciones respiratorias se reduce.
Igualmente, otros aliados para un sistema inmune fuerte son el zinc y la vitamina C.
¿Cómo está conformado el sistema inmunológico?
El sistema inmunológico se compone de una red de células, tejidos y sustancias que actúan de manera muy coordinada.
Las células del sistema inmunológico, llamados leucocitos o glóbulos blancos, están siempre vigilantes. Cuando detectan la entrada de agentes extraños, se comportan como un ejército: algunos de ellos se enfrentarán directamente al invasor, quien tratará de esconderse dentro de los órganos del cuerpo, mientras que otros fabricarán armas específicas, llamadas anticuerpos.
Cuando los leucocitos reaccionan se produce inflamación. La inflamación es la manera de atrapar, envolver y destruir a los gérmenes agresores. Sin embargo, a veces la inflamación se puede salir de control y afectar también a los órganos propios.
Las enfermedades más frecuentes en los humanos son las infecciones virales. De ellas, en primer lugar están las infecciones respiratorias, seguidas de las infecciones gastrointestinales.
El 60% de las infecciones respiratorias son virales, así como el 80% de las enfermedades diarreicas, tanto en los niños como en los adultos.
Un ejemplo de infección respiratoria muy común es la gripe, que afecta a millones de personas cada año en el mundo.
La gripe o influenza es provocada por un virus. La mayor parte de las personas que desarrollan gripe se “curan solas”, es decir, la mejoría de la enfermedad no requiere el uso de medicamentos contra el virus, pues el sistema inmunológico se ocupa.
¿Cómo actúa la vitamina D en el sistema inmunológico?
Los leucocitos usan la vitamina D para fabricar sustancias que son tóxicas para los virus y las bacterias.
La vitamina D también ayuda a que algunas sustancias que producen inflamación, llamadas citoquinas, se produzcan en buenas cantidades si son muy necesarias, o que se produzcan menos si son dañinas para el organismo. A este proceso se le llama regulación inmunológica.
¿Qué es la regulación inmunológica?
La regulación inmunológica es indispensable para que el organismo no se dañe así mismo. Cuando el sistema inmunológico está muy activado, puede producir muchísimas citoquinas de distintos tipos. Este exceso o tormenta de citoquinas, aunque es una medida de defensa, puede provocar daños a diferentes órganos.
Tener buenas cantidades de vitamina D en el cuerpo es importante tanto para tener menor riesgo de desarrollar infecciones, como para que el organismo reaccione mejor frente a ellas.
Un análisis de varios trabajos de investigación realizado en septiembre del 2019 encontró que las personas con valores bajos de vitamina D tenían 64% más riesgo de presentar neumonía.
Debido a la pandemia de COVID-19, muchos investigadores se han abocado a explicar las causas por las cuales en algunos países, como Italia, tuvieron más casos de la enfermedad y más de ellos con complicaciones. Uno de esos estudios señala que Italia es un país con una elevada deficiencia de vitamina D.
¿Cómo obtener vitamina D en el organismo en la cotidianidad?
No hay que esperar estar en riesgo de sufrir una enfermedad para comenzar a tomar medidas. En este momento, países como Irlanda están examinando a su población para saber sin son deficientes en vitamina D y han encontrado casi 50% de los adultos entre 50 y 64 años tienen deficiencia.
La vitamina D normalmente se puede obtener al exponerse a los rayos solares en las horas del día en las que la radiación solar en más fuerte (alrededor del medio día), con suficientes áreas del cuerpo descubiertas, es decir, no solo las manos y la cara.
Esta exposición debe durar al menos 15 minutos y suceder al menos 5 veces a la semana. Hoy se sabe que menos de esa exposición no garantiza mantener cantidades adecuadas de vitamina D forma permanente.
Debido a que las personas tratan de protegerse del sol por los riesgos de cáncer de piel, es frecuente que no se produzcan cantidades adecuadas de vitamina D. Además, muy pocos alimentos la contienen de manera natural.
La vitamina D es, sin duda, un factor de protección para los seres humanos. Deben garantizarse las cantidades adecuadas de este suplemento para que todos los órganos, incluido el sistema inmunológico, puedan disponer de ella y ser más eficaces.
Material revisado por equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, conformado por Médicos Internistas, Hematólogos, Anestesiólogos.