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Los videojuegos son aplicaciones interactivas orientadas al entretenimiento que, a través de ciertos mandos o controles, permiten simular experiencias en la pantalla de un televisor, una computadora u otro dispositivo.

Jugar este tipo de aparatos electrónicos es divertido para todas las edades ya que permite desarrollar habilidades y establecer conexiones sociales. Cada vez son más los hogares que tienen uno o más dispositivos para entretenerse, sin contar los smartphones que hoy día son tan poderoso como los ordenadores.

Tipos de videojuegos

Actualmente existe una gran variedad de videojuegos, entre los cuales podemos mencionar:

  • Acción: lucha y peleas. Basado en ejercicios de repetición.
  • Arcades: plataforma, laberintos y aventuras. Impone de ritmo rápidos.
  • Deportivos: fútbol, tenis y baloncesto. Requiere habilidad, rapidez y precisión.
  • Estrategias: Aventuras, rol y juego de guerra. Exige concentración, pensar y definir estrategias.
  • Simulación: aviones, simuladores de una situación. Experimentan el funcionamiento de las máquinas.
  • Juegos de mesa: habilidad, preguntas y respuestas.
  • Juegos musicales: induce a la interacción del jugador con la música, con el objetivo de seguir los patrones de una canción.

¿Cómo impactan los videojuegos al cerebro?

El uso de videojuegos no solo está cambiando la manera en que se relacionan las personas con la realidad que los rodea, sino también la configuración de su sistema nervioso. Jugar puede generar cambios neuronales  relacionados con la estructura para las funciones cognitivas como la agilidad mental, la percepción y la memoria, por lo que realizar continuamente esta práctica ayuda a mejorar o prevenir patologías relacionadas con su deterioro.

Se ha determinado que no es recomendable jugar este tipo de aparatos antes de acostarse a dormir porque existe una estimulación del cuerpo y el cerebro, debido a que se aumenta la producción de la hormona cortisol ya que la luz azul que emiten los dispositivos confunde al cerebro haciéndole creer que todavía es de día y rápidamente se produce un bloqueo en la producción de melatonina, hormona que segrega el cuerpo unas horas antes de dormir y que contribuye al descanso.

¿Cómo impactan los videojuegos en las emociones?

Los videojuegos violentos provocan emociones como ira y frustración, las cuales propician el padecimiento de trastornos de depresión, ansiedad y en algunos casos se evidencian hasta conductas tímidas.

Los padres y/ o educadores tienen el deber de fomentar en los niños y adolescentes la práctica en paralelo de otro tipo de actividades, que les permitan liberar toda su energía y los apoye en su desarrollo humano, ya sea con algún tipo de deporte, hobby o lectura.

¿Cómo elegir videojuegos adecuados a su edad?

Se debe tener en cuenta, que el contacto con los videojuegos debe estar acorde a las edades de los niños.

  • De 0 a 2 años se recomienda que los niños no tengan ningún tipo de contacto con los videojuegos, ya que no disponen de las habilidades cognitivas suficientes.  A esta edad, su interacción con ordenadores, tablets y móviles son para ver videos, como dibujos animados, películas y canciones infantiles.
  • De 2 a 6 años el objetivo de los juegos es construir cosas sencillas, identificar animales o desarrollar habilidades de lecto-escritura, ya que a esa edad empiezan con su aprendizaje en el colegio. 
  • De 6 a 11 años los niños son independientes y con más habilidades cognitivas, para ellos los juegos tienen una mayor dificultad, lo cual exige el desarrollo de estrategias de mayor nivel.
  • De los 12 años en adelante los niños ya son capaces de sostener la atención y concentrarse mucho tiempo, así que puede involucrarse en juegos de alto nivel, tanto de habilidad como estrategia.

¿Cuántas horas deben jugar los niños y adolescentes?

El uso de videojuegos puede aportar diversos beneficios a los niños, pero hay que saber ponerles límites.

De 2 a 3 años, debe limitarse el tiempo de uso a una hora al día, para evitar el impacto de los videojuegos.

Se considera que desde los 3 a 12 años lo adecuado sería de una a dos horas al día. No hay una norma específica que fije un límite de tiempo o un indicador de abuso de los videojuegos. Se trata de que el cuidador busque el equilibrio.

Beneficios de los videojuegos

Los videojuegos tienen grandes ventajas, siempre y cuando sean usados de manera responsable. Entre las cuales podemos mencionar:

Entrenamiento y mejora de habilidades físicas y mentales

Los niños que juegan videojuegos diariamente pueden mejorar la atención visual, ser más rápidos en tareas en las que tienen que realizar una búsqueda visual o distinguir objetos por su forma/color.

Uso didáctico y terapéutico

Los videojuegos pueden ser un medio de aprendizaje para los niños, ya que es un contexto diferente y más entretenido. Por ello, son un buen medio de motivación en niños que tienen dificultades de aprendizaje, físicos, mentales y de atención. Ejemplo: aquellos que tengan problemas de movilidad en los brazos o que les cuesta relacionarse; como es el caso de los niños con autismo.

Fomenta valores positivos

Los videojuegos también fomentan valores como la solidaridad, la amistad, y el sentido de pertenencia a un grupo. Es importante que los padres aprovechen este tipo de beneficios para mejorar las relaciones familiares.

Desarrolla empatía

Existen multitud de juegos en grupo, los niños tienen que tomar decisiones y saben que estas pueden tener consecuencias, tanto positivas como negativas, sobre los demás participantes del juego. Por ello, es un medio que facilita el desarrollo de la empatía.

Aumenta el sentido de competencia y autoestima

El uso de videojuegos también crea sentimientos de autoestima y de competencia en los niños juego tras juego. Ya que conforme van superando los diferentes retos y niveles, se sienten mejor consigo mismo y son capaces de afrontar los siguientes objetivos.

Promueve el trabajo en equipo

En los juegos de equipo, los niños también van a desarrollar habilidades de trabajo grupales ya que, en ocasiones, tienen que estar unidos para superar algún reto. Además, también pueden desarrollar otras habilidades como la de pensar rápido para actuar satisfactoriamente ante algún problema que se les haya presentado o incluso trabajar bajo presión para no perder la partida, desarrollando el instinto de superación.

La adicción a los videojuegos

A pesar de tener muchos beneficios este medio de entretenimiento, en muchos casos los niños, adolescentes e incluso adultos, pueden verse inmersos hora tras hora ante esta práctica que, si no es controlada y bien manejada, puede llegar a provocar un desequilibrio en su vida cotidiana que desencadenaría en una patología psiquiátrica.

 La adicción a los videojuegos es un patrón de comportamiento y de pensamiento que va produciendo que el niño o el adolescente sienta la necesidad de pasar mucho tiempo jugando. Normalmente, esta dependencia no solo se plasma en el hecho de tener unas ganas inmensas de iniciar una partida en cualquier momento, sino que también se le dificulta culminarla. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) la adicción ocurre cuando los niños o adolescentes son incapaces de controlar cuando juega, dónde y por cuanto tiempo, dándole prioridad a esta práctica por sobre otras actividades sociales.

Para entender como la acción de jugar con videojuegos puede convertirse en una adicción, hay que definir tres términos:

  • El uso, es cuando se habla de consumo de una sustancia o en este caso de una acción como lo es la práctica de videojuego. En rigor, la mayoría de las ocasiones no constituyen una adicción propiamente dicha, ya que el uso puede estar regulado por horarios y supervisión de padres o representantes.
  • El abuso, es otra manera de llevar a cabo ciertas conductas. El abuso puede producir consecuencias negativas en el sujeto a nivel integral. En este caso un niño o adolescente puede tener un espacio o momento de recreación a través de los videojuegos, el problema comienza, cuando se pierde el control o la regulación, cuando aumenta la frecuencia o uso del objeto, cuando se salta horarios de comida, de hacer las actividades escolares o incluso cuando hasta las horas de dormir no se cumplen.
  • La adicción, es la dependencia del sujeto a un determinado comportamiento o acción. Esta dependencia hace que el individuo se pierda en el objeto, desaproveche la libertad de tomar decisiones, de prestar atención a otras actividades cotidianas, incluso a tornarse violentos o desesperados por recurrir al uso del videojuego. Es preciso tener claro que la adicción siempre será un problema.

En la práctica, las cosas no son tan simples. No siempre es fácil discernir si estamos frente a un uso o ante un abuso debido a que son múltiples las variables en juego.

El nivel de adicción al uso de videojuegos es cada vez mayor en los hogares y, en algunos casos, puede llegar a ser preocupantes para los padres y/o representantes. La Organización Mundial de la Salud (OMS) reconoce la adicción de los videojuegos como un desorden mental al incluirla dentro de su clasificación internacional como enfermedades. Los niños pueden sufrir depresión, ansiedad, timidez y agresión. Asimismo, especialistas indican que la adicción se caracteriza por el uso compulsivo que se le da al videojuego y se produce cuando el niño se aísla de los demás, perdiendo interés por los estudios y el deporte. Habitualmente, se llega a esta situación de forma progresiva, empezando a jugar de manera esporádica y luego poco a poco incrementa la frecuencia hasta hacerse prácticamente diaria y por largos períodos.

Causas de la adicción a los videojuegos

  • Ausentismo familiar.
  • Problemas escolares o en el hogar que favorece la búsqueda del escapismo.
  • Pérdida de la noción del tiempo: el niño puede pasar horas frente a la consola de juego sin tener la noción real de lo que sucede a su alrededor.
  • No consigue controlar el tiempo que pasa conectado o las veces que quiere conectarse.

Consecuencias de la adicción a los videojuegos

  • Disminución de las relaciones personales: su principal foco de atención es jugar videojuego, dejando de relacionarse con amigos y familiares.
  • Problemas emocionales: los niños adictos a los videojuegos tienen las probabilidades de presentar depresión, enfado, fobia social y soledad ya que están totalmente aislados.
  • Problemas de salud física: favorece el sedentarismo y ésta a su vez a la obesidad por pasar largos períodos sentados frente a la consola.
  • Disminución en el índice académico: los niños adictos estudian menos, pues las horas que antes les dedicaban a los estudios, ahora se ocupan en jugar videojuegos.
  • Pérdida del interés por actividades que antes le gustaban.
  • Sentimientos de apatía, nerviosismo, enfado y sólo se le pasa cuando juega.

Recomendaciones para evitar el uso excesivo de los videojuegos

Como ocurre con muchas actividades, el uso de los videojuegos puede ser beneficioso o perjudicial dependiendo de cómo se emplee. En este sentido se pueden dar algunas recomendaciones.

  • Controlar el tiempo dedicado a su uso: es importante colocar límites para su uso, sobre todo durante las vacaciones. Se sugieren no dedicar más de tres a cuatro horas diarias a esta actividad. Al mismo tiempo, se puede emplear como refuerzo positivo para otras actividades u objetivos educativos. Pueden resultar muy útiles si se utiliza como premio cuando terminan la tarea, al ayudar en casa, entre otras.
  • Vigilar el contenido de los videojuegos: es de suma importancia mantener un control adecuado de los contenidos de los juegos de los niños. Los padres y/o cuidadores deben asegurarse a la hora de adquirirlos que sean los adecuados para su edad.
  • Potenciar la vida familiar: el abuso de los videojuegos puede ser consecuencia de la ausencia de un familiar, siendo estos favorecidos por los niños para llenar un vacío. Los padres pueden ser considerados como elementos distantes y ajenos por parte de ellos. Para evitarlo, se sugiere participar en los juegos con ellos, utilizándolos como un estímulo más para fomentar la comunicación y el contacto con los niños. Por otro lado, nunca debemos considerar a los videojuegos como un sustituto de la educación familiar y menos emplearlos a modo de niñera. Los videojuegos pueden cumplir una misión en una determinada faceta de la educación que se verá finalizada con otras actividades como el arte, el deporte o la lectura.

Una supervisión adecuada con horarios, normas y sanciones evita que este medio de entretenimiento se transforme en un problema, así como la edad, el ambiente familiar y la madurez del niño son factores clave respecto al tiempo y organización de su relación con los videojuegos.

Los videojuegos deben usarse con moderación, incluso aunque sean como una herramienta educativa o recreativa, deben estar regulados por un horario, supervisión e incluso alternarlo con otras actividades, de esta manera se puede evitar que se convierta en un abuso o adicción.