El calentamiento global es la causa principal del cambio climático.
La actividad productiva del ser humano ha cambiado el mundo desde la Revolución Industrial. Desde entonces, la cantidad de gases de efecto invernadero producidos por las industrias han ido en aumento de manera significativa. Esto gases quedan en la atmósfera y hacen que retenga más calor del necesario, lo que provoca que la temperatura del planeta aumente y se den variaciones en el clima.
Si bien la Tierra siempre ha tenido un proceso natural de cambio en el clima provocado por la misma rotación alrededor del sol, actualmente estos cambios están siendo mucho más acelerados, lo que provoca que los efectos sean más permanentes.
Es decir, si había alguna disminución en el tamaño de los glaciares, estos se reponían con el paso del tiempo, pero en la actualidad su superficie ha disminuido y no hay tiempo ni las condiciones necesarias para que recupere su tamaño.
Este proceso afecta directamente el agua del planeta, que a su vez trae mayores consecuencias que impactan de manera negativa en el mundo.
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El agua y el cambio climático
Según informes de la Organización de Naciones Unidas (ONU) y del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), el vínculo entre el agua y el cambio climático es cada vez mayor y las consecuencias se hacen más evidentes cada día:
- Mayor sequía en el planeta, lo que provoca mayores incendios y disminuye la actividad agricultora.
- Aumento de la temperatura del agua dulce provoca que haya mayor contaminación en los ríos, afectando su biodiversidad.
- Aumento de la temperatura del agua oceánica que se encarga de modular los niveles de CO2 y mantener las temperaturas globales. Se han detectado variaciones de la salinidad agua, con aumento en los trópicos y disminución en los polos, lo que resulta en que el ciclo del agua se vea alterado.
- Alteración en el ciclo del agua, lo que implica que haya más vapor de agua en la atmósfera, más tormentas, lluvias extremas y menos nieve.
- Alteración en la flora y fauna de los océanos. Hay especies en peligro de extinción y/o afectadas por desechos de los humanos que caen al mar y brotes de algas tóxicas.
- Deshielo de los glaciares, lo cual ha aumentado el nivel del mar y ha destruido la fauna de los polos, así como varias especies en peligro de extinción que hacen vida en estas formaciones.
Situación actual del agua en el planeta
La Tierra está conformada por superficies de tierra y agua. De este componente existe una extensión de unos 1.386 millones de kilómetros cúbicos. Según estudios de la Fundación Aquae:
- El 97% del agua se encuentra en los océanos, y el 2% está congelada.
- El 80% del agua que se encuentra en los continentes está en la superficie. El 20% restante se encuentra bajo tierra o en forma de vapor de agua atmosférico.
- Sólo el 2.5% del agua que existe en la Tierra es agua dulce. De esa cantidad el 0.5% se encuentra en depósitos subterráneos y el 0.01% en ríos y lagos.
- El 90% de los recursos disponibles de agua dulce del planeta están en la Antártida.
- Solo el 0.007% del agua existente en la Tierra es potable, y esa cantidad se reduce año tras año debido a la contaminación.
- Más de 1100 millones de personas en el mundo carecen de acceso directo a fuentes de agua potable, por lo que sufren estrés hídrico.
- Millones de mujeres y niños deben caminar más de 10 kilómetros diarios para conseguir agua potable.
- Unos 1.400 niños menores de cinco años mueren en el mundo a diario víctimas de enfermedades diarreicas relacionadas con la falta de acceso al agua potable, saneamiento adecuado e higiene.
- Más de 768 millones de personas no tienen acceso al agua potable, según el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). En su mayoría, estas personas viven en la pobreza, en zonas rurales apartadas o en barrios urbanos marginales.
- Cada año 3 millones y medio de personas mueren debido a enfermedades relacionadas con la calidad del agua. El 98% de esas muertes se producen en los países en vías de desarrollo.
- El 90% del agua usada en países en vía de desarrollo vuelve a los ríos sin ningún tipo de tratamiento.
En Laboratorios Farma, conscientes de la importancia de este recurso, desarrollamos un sistema de tratamiento que permite devolver al efluente final el agua utilizada en los procesos productivos y administrativos en óptimas condiciones.
El cambio climático no se puede evitar, pero sí se pueden tomar acciones para regular esos procesos que se han acelerado a lo largo de los últimos años. Pequeñas y grandes acciones son necesarias para lograr este cometido.
¡La Tierra necesita de tu ayuda!