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Dolor agudo: causas y síntomas [+ Tratamientos] 

El dolor agudo es una respuesta fisiológica de corta duración ante un estímulo adverso asociado a cirugía, traumatismo o enfermedad aguda. El dolor es una manifestación del cuerpo que indica que algo no está funcionando bien. 

El dolor es la razón más frecuente de consultas médicas.

Puede presentarse como una sensación desagradable: pinchazo, hormigueo, picadura, ardor o molestia y puede ser intenso, punzante, palpitante, eléctrico, profundo o superficial.

¿Qué es el dolor agudo?

Es una respuesta del sistema nervioso ante una enfermedad, lesión o cirugía. Es un dolor que se presenta rápidamente pero limitado en el tiempo, con escaso componente psicológico.

Los receptores sensitivos del dolor, distribuídos por todo el cuerpo, llevan la señal dolorosa (impulsos eléctricos) a la médula. Allí se transmite la señal del nervio sensitivo del nervio motor.

Este nervio motor produce una respuesta para conservar la integridad física. Esta señal vuelve hasta el lugar donde se inició, finalizando la señal dolorosa. Esta señal hace que los músculos se contraigan sin la participación del cerebro.

Los receptores del dolor y sus vías nerviosas difieren según las diferentes partes del cuerpo. Por este motivo, la sensación de dolor varía según el tipo de lesión y su localización.

El dolor agudo es un elemento fundamental para la supervivencia del organismo. 

Constituye un sistema de alarma de primer orden y advierte que existe algún peligro para la integridad del organismo.

Entre sus características resaltan:

  • Es secundario a una lesión tisular (daño a los tejidos) real o potencial.
  • Es un mecanismo para avisar algún daño en progreso en el organismo.
  • Su curso temporal discurre paralelo al proceso de reparación.
  • Puede volver a aparecer después de que la lesión se ha curado o cicatrizado.
  • Es un síntoma causado por trauma, dolor postoperatorio, diversos procedimientos médicos y enfermedades agudas.
  • El tiempo de duración puede variar desde minutos hasta varias semanas.

Síntomas del dolor agudo

El dolor agudo puede causar:

  • Ansiedad.
  • Aceleración de la frecuencia cardíaca.
  • Aumento de la frecuencia respiratoria (fatiga).
  • Elevación de la presión arterial.
  • Sudoración.
  • Dilatación de las pupilas.
  • Falta de concentración.
  • Hinchazón.
  • Enrojecimiento.
  • Inflamación.
  • Rigidez.

Causas del dolor agudo

Se pueden dividir en 2 grupos:

Dolores viscerales:

  • Gastrointestinal.
  • Biliar.
  • Abdominal.
  • Urológico.
  • Cardiovascular.
  • Pulmonar
  • Ginecológico.
  • De páncreas.

Dolores Musculoesqueléticos:

  • Artropatías.
  • Fracturas.
  • Esguinces.
  • Contusiones.
  • Tortícolis.
  • Tendinitis.
  • Costocondritis.
  • Dolor en la pared torácica.

¿Cuál es la diferencia entre dolor agudo y dolor crónico?

La diferencia más notable entre estos 2 tipos de dolores está enmarcada en el tiempo de duración.

El dolor agudo puede aparecer por minutos o puede extenderse por semanas sin superar como máximo los 3 meses. Este tipo de dolor suele aparecer repentinamente y puede ser causado por una amplia variedad de factores, como una cirugía, una fractura, un corte, o una infección.

El dolor crónico puede persistir más de 3 meses y puede repetirse por meses o años, incluso después de que la lesión o la enfermedad inicial se haya tratado o curado. Este tipo de dolor puede ser continuo o intermitente, y su intensidad puede variar.

Otras características del dolor crónico son:

  • Es un dolor que persiste más allá de la reparación tisular.
  • Constituye una enfermedad.
  • Se asocia a enfermedades crónicas como cáncer, artritis, diabetes, fibromialgia o a una lesión que no se cura (úlcera).
  • Se produce a veces cuando la causa original del dolor estimula los nervios repetidamente y esa sobreestimulación altera físicamente el sistema nervioso, de manera que el dolor empeora y dura más.

El dolor crónico tiene serias consecuencias en quienes lo padecen: no pueden tener una vida normal, no pueden realizar una actividad física saludable ni dormir normalmente ni participar en actividades sociales.

Es una de las principales causas de ausentismo laboral e incapacidad.

Su manejo requiere atención especializada para evitar repercusiones físicas, afectivas y socioeconómicas para el afectado, la familia y los servicios de salud pública.

El dolor crónico requiere aparte de tratamiento, una alimentación saludable, hacer algún tipo de ejercicio, controlar la ansiedad y dormir bien para disminuirlo y controlarlo.

En su tratamiento también influye el apoyo familiar que incluye apoyo emocional y social.

El dolor crónico puede causar:

  • Depresión.
  • Alteraciones del sueño.
  • Disminución de energía.
  • Poco apetito.
  • Pérdida de peso.
  • Disminución del deseo sexual.
  • Pérdida de interés en diferentes actividades.

¿Cómo tratar el dolor agudo?

La evaluación médica y el examen físico son fundamentales para recopilar información sobre el paciente.

El médico debe indagar sobre:

  • Momento de inicio del dolor, grado de fluctuación y frecuencia.
  • Tipo de dolor: agudo, cólico, punzante.
  • Gravedad, en una escala que va desde sin dolor(0) hasta dolor insoportable(10).
  • Localización.
  • Patrón de irradiación.
  • Factores que lo aumentan y factores que lo alivian.
  • Actividades de la vida cotidiana: empleo, pasatiempos, relaciones personales.
  • Antecedentes familiares.
  • Pruebas de laboratorio e imágenes.

Una vez diagnosticado el paciente, el médico tratante indicará el tratamiento adecuado, que incluirá medicación, entre otras alternativas.

Los analgésicos no opiáceos son eficaces, cubren desde dolores leves y moderados hasta agudos. Son los medicamentos preferidos para tratar el dolor porque no crean dependencia física.

La gran mayoría se clasifican como antiinflamatorios no esteroideos pertenecientes al grupo AINE. Estos fármacos forman parte de los tratamientos analgésicos iniciales para la disminución y control del dolor agudo.

No solo alivian el dolor sino que disminuyen la inflamación que a menudo acompaña y empeora el dolor. 

Su efecto consiste en inhibir las enzimas ciclooxigenasas (COX) y en consecuencia disminuir la producción de prostaglandinas que causan dolor e inflamación.

Los medicamentos de este grupo más conocidos incluyen ibuprofeno, ketoprofeno, naproxeno, ácido acetilsalicílico, ketorolaco y diclofenaco. La vía de administración más común es la oral pero también puede administrarse vía intramuscular o intravenosa

Vale mencionar que en el mercado farmacéutico también es posible encontrar medicamentos de este grupo en presentación de crema, gel o parches.

Esta presentación se usa para aplicar directamente en la piel, en la zona lesionada (esguinces, torceduras, contusiones) o en las articulaciones para aliviar el dolor producido por artrosis.

Tratamiento para el dolor agudo

El esquema de tratamiento para dolor agudo más recomendable es:

  • Fármacos del grupo AINE en primera instancia. De no lograr mejoría considerar opioides bajo estricta supervisión médica y por corto tiempo.
  • Reposo físico.
  • Técnicas de medicina integradora: acupuntura, fisioterapia, estimulación eléctrica.
  • Técnicas cognitivo-conductuales.
  • Terapias intervencionistas: inyecciones epidurales, articulares, bloqueos nerviosos, estimulación de los nervios epidurales o periféricos.
  • Cirugía.

Otras consideraciones importantes para contribuir a la disminución del dolor:

  • Estilo de vida saludable.
  • Dieta sana para evitar la obesidad.
  • Ejercicio diario según la capacidad de cada paciente. El ejercicio de baja intensidad ayuda a aliviar el dolor porque aumenta el flujo sanguíneo en la zona afectada.
  • Terapias caseras alternando frío y calor local.
  • Vida social y de entretenimiento.
  • Actividades de relajación y meditación.

Es primordial prestar atención al dolor dado que es una señal inequívoca de que algo no está funcionando bien en nuestro organismo. Esta sensación desagradable y molesta puede describirse de diferentes formas según la sensación que experimenta cada paciente.

Corresponde al médico especialista tipificar el tipo de dolor e indicar el tratamiento más el conjunto de actividades que ayudarán en el control del dolor agudo.

Importante saber:

El dolor en cualquier modalidad, agudo o crónico, es una condición de alarma que indica una lesión o trauma, una cirugía o una enfermedad.

El dolor puede ocasionar cambios en la salud física o emocional.

El manejo profesional del dolor le permite al paciente recuperar su salud en un sentido amplio: sueño, energía, estado de ánimo y relaciones.

Las características del dolor son variables y dependen de la percepción de cada paciente.

Los medicamentos para disminuir el dolor y la inflamación de uso común y venta libre corresponden al grupo AINE.

Para ayudarse en la recuperación del dolor:

  • Descanse con la frecuencia indicada por el médico.
  • Aplique hielo y calor en la región afectada en forma alterna.
  • Eleve la zona afectada por encima del nivel del corazón cuando sea posible para disminuir la inflamación y el dolor.
  • Si la zona lo permite puede utilizar un vendaje elástico sin apretar.
  • Si tiene indicada rehabilitación no falte a sus citas programadas.
  • Puede complementar la recuperación con técnicas de relajación como meditación y aromaterapia.
  • Cuando sea necesario, después de consultar opiniones profesionales, recurra a la cirugía.

Referencias

Dirección Médica de Laboratorios Farma y Gerencia de Asuntos Regulatorios

Dirección Médica de Laboratorios Farma y Gerencia de Asuntos Regulatorios

Material revisado por equipo multidisciplinario de profesionales de la salud, conformado por Médico Internista, Hematólogo, Anestesiólogo y Farmacéuticos.