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Presentamos una guía de recomendaciones prácticas para el manejo de pacientes con COVID-19 y diabetes. Este es un breve resumen de un artículo publicado en la prestigiosa revista Lancet Diabetes Endocrinol. Cabe acotar que es el resultado de una revisión de la evidencia realizada por un panel de expertos, no pretende sustituir las directrices existentes.

La diabetes es una de las enfermedades que se ha asociado con más desenlaces desfavorables cuando se adquiere SARS-Cov2, por si sola incrementa en un 50% ese riesgo. Dicho efecto puede explicarse por varios mecanismos:

  1. Los diabéticos tienen un compromiso de la inmunidad innata que afecta los mecanismos de fagocitosis, además, los estados de hiperglucemia aguda y crónica tienen un impacto sobre la expresión de los receptores de la enzima convertidora de angiotensina 2 (ACE2), favoreciendo la entrada del virus a las células o afectando la respuesta inflamatoria.
  2. Los receptores ACE2 también se expresan en las células beta del páncreas, por lo cual la infección puede tener un efecto deletéreo sobre la regulación metabólica de los carbohidratos, empeorando al diabético o favoreciendo el inicio de trastornos metabólicos en personas sanas.
  3. La enzima dipeptidil peptidasa-4 (DPP-4), que media el metabolismo de los carbohidratos y tiene un rol inflamatorio en la diabetes 2, se ha identificado como un receptor para otros coronavirus, así que no se descarta que pueda facilitar los mecanismos de enfermedad del SARS-Cov2.

En consecuencia los diabéticos con COVID-19 han mostrado complicaciones metabólicas más severas, que lo observado en otros tipos de infecciones, por ejemplo:

  • Suelen presentar con más frecuencia hiperglucemia, en especial cuando son adultos mayores.
  • Tienden a tener  requerimientos de insulina más elevados.
  • Presentan mayor riesgo de cetoacidosis y trastornos electrolíticos como la hipocalemia.

Según las recomendaciones de este panel, en el diabético no infectado se sugiere:

  1. Hacer prevención primaria de la diabetes.
  2. Mantener  un control metabólico y glucémico estrictos.
  3. Es crucial el control de la tensión arterial y el manejo de la dislipidemia:
    • No suspender ningún tipo de tratamiento antihipertensivo o hipolipemiante.
    • El uso de inhibidores de la ECA y los bloqueadores de los receptores de angiotensina 2 podrían proteger contra la lesión pulmonar severa.
  4. Identificar la diabetes mal manejada, para reducir el riesgo de secuelas.
  5. Reducir la exposición del paciente al riesgo de contagio (hacer las consultas en forma remota).
  6. Seguir las medidas de prevención recomendadas por los organismos internacionales.

Las sugerencias en el paciente diabético que está infectado con COVID-19, se resumen en el siguiente cuadro:

Otras consideraciones especiales en el diabético con COVID-19 a tener en cuenta, según este reporte son:

  1. Los no diabéticos, pero con alto riesgo de presentarla y que han sufrido COVID, deben ser monitoreados en busca de indicios de diabetes de nueva aparición.
  2. Los diabéticos con elevada HbA1C, pueden ser más susceptibles a cualquier infección y necesitarán un monitoreo más estricto para reducir el riesgo de descompensación metabólica.
  3. La asociación de diabetes e hígado graso, puede incrementar el riesgo de desarrollar un estado inflamatorio más pronunciado, por lo cual es importante vigilar los marcadores de inflamación e  identificar grupos que podrían beneficiarse de medidas de inmunosupresión.
  4. Las cirugías con indicaciones de control de la diabetes deben ser diferidas, no solo por la necesidad de camas debido a COVID, sino por el riesgo de infección durante el estrés quirúrgico en el período de recuperación.
  5. No se recomienda descontinuar ningún tratamiento, salvo que el paciente este descompensado y con alteraciones específicas inducidas por fármacos:
    • Acidosis láctica asociada con metformina,
    • Cetoacidosis euglucémica asociada a iSGLT-2
    • Con los iDPP-4 no hay evidencia actual que sugiera que deban descontinuarse por alguna causa.
  6. La insulina es la terapia de reemplazo en el paciente crítico, se debe considerar que los requerimientos iniciales pueden ser altos y la vía de preferencia debe ser intravenosa.
  7. El balance de fluidos debe ser vigilado de manera estricta, para evitar empeorar el edema pulmonar asociado al proceso inflamatorio.
  8. La infección por COVID se asocia a hipocalemia que puede ser emporada por la administración de insulina.
  9. Finalmente, las personas con diabetes que trabajan como profesionales de la salud, se les recomienda que se aparten de la primera línea de atención, cuando no sea posible, las medidas de protección deben extremarse.

Le sugerimos leer el artículo completo aquí.