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¿Qué son los cálculos renales? 

Los cálculos renales son depósitos duros formados por el aumento de la concentración de las sales minerales contenidas en la orina (calcio, oxalato, fosfatos y ácido úrico) y se forman a lo largo del trayecto de las vías urinarias.

Una vez formados, con el paso del tiempo, los cálculos tienden a pasar del riñón al tracto urinario inferior, luego al uréter, de allí a la vejiga y, finalmente, a la uretra para ser expulsados ​​al exterior durante la micción.

Tipos de cálculos renales

Los cálculos renales pueden estar formados por varios componentes urinarios, solos o combinados entre sí. En particular, los cálculos renales pueden ser de origen cálcico, mixto, úrico, infeccioso o cistinoso:

  • Cálcico: la circunstancia más común implica la formación de cálculos renales de naturaleza cálcica; y proviene de la acumulación de oxalato de calcio y fosfato de calcio.
  • Úrico: demasiado ácido úrico también puede generar cálculos renales muy molestos. Este tipo suele verse en el contexto de hiperuricemia, en pacientes con gota o alguna hemopatía maligna.
  • Mixto: son aquellos cálculos de origen cálcico y úrico. La concentración de calcio y ácido úrico es muy alta.
  • Infeccioso: se componen de cristales de fosfato de amonio y magnesio y pueden alcanzar tamaños considerables. A menudo se forman como resultado de una infección bacteriana. 

Esta bacteria es capaz de producir sustancias que modifican la acidez de la orina y facilitan la formación de cristales de estruvita.

  • Cistinoso: los casos de cálculos formados por la cistina, un aminoácido, son muchos más raros. Estas formaciones se observan en sujetos que tienen una condición patológica hereditaria llamada cistinuria. Esta enfermedad provoca un defecto en el transporte de algunos aminoácidos, entre ellos la cistina, en el riñón y el intestino.

Factores de riesgo de cálculos renales

Los factores de riesgo de los cálculos renales incluyen:

  • Género: los hombres tienen tres veces más probabilidades que las mujeres de desarrollar cálculos en el tracto urinario.
  • Baja ingesta de líquidos: un flujo de orina limitado favorece el estancamiento y la acumulación de las sales contenidas en la orina.
  • Edad: el rango de edad de la formación de los cálculos renales es desde los veinte hasta los cuarenta años.
  • Acidez de la orina:  tener el pH urinario menor a 5 aumenta la posibilidad de tener cálculos renales. Esto se puede confirmar a través de un examen de orina.
  • Antecedentes familiares de cálculos renales: en el caso, por ejemplo, de los cálculos de origen de cistina en los que, debido a un defecto congénito del riñón, esta sustancia forma los cristales.
  • Infecciones crónicas del tracto urinario: son infecciones urinarias que reaparecen constantemente.  Puede afectar la uretra (uretritis), los riñones (pielonefritis) o la vejiga  (cistitis).
  • Hiperparatiroidismo: el hiperparatiroidismo es una afección en la que una o más de las glándulas paratiroides se vuelven hiperactivas y secretan demasiada hormona paratiroidea. Esto hace que aumenten los niveles de calcio en la sangre.
  • Suplementos: el exceso de consumo de suplementos de vitamina C puede ocasionar la aparición de cálculos renales.

¿Qué causa los cálculos renales?
Los cálculos renales a menudo no se deben a una sola causa bien definida, sino que pueden depender de varios factores, entre ellos:

  • Familiares con cálculos renales: si tienes un familiar que ha sufrido cálculos renales, es más probable que te afecte.
  • Tener cálculos renales con anterioridad: si una persona ya ha tenido cálculos renales, el riesgo de que regresen es muy alto.
  • Deshidratación: no beber suficiente agua cada día puede aumentar el riesgo de producir cálculos.
  • Tipo de dieta: una dieta rica en proteínas, azúcar, alta en sodio y baja en fibra aumenta el riesgo de cálculos renales.
  • La obesidad: un índice de masa corporal (IMC) alto, una gran circunferencia abdominal y el aumento de peso son factores relacionados con un mayor riesgo de cálculos.
  • Medicamentos: existe evidencia de que el uso frecuente de algunos medicamentos puede aumentar el riesgo de producir cálculos renales. Estos incluyen: aspirina, antiinflamatorios no esteroideos (AINES) como ibuprofeno y diclofenaco, antiácidos, diuréticos, algunos antibióticos, antirretrovirales y antiepilépticos.

¿Cuáles son los síntomas de los cálculos renales?

Los síntomas comunes de los cálculos renales incluyen un dolor agudo tipo cólico en la espalda y el costado, llamado cólico nefrítico. Esta sensación a menudo se mueve hacia la parte inferior del abdomen o la ingle. 

El dolor a menudo comienza de repente y viene en oleadas. Puede aparecer y desaparecer a medida que el cuerpo trata de deshacerse del cálculo.

Otros síntomas de un cálculo renal incluyen:

  • Sensación de necesidad intensa de orinar.
  • Orinar con mucha frecuencia.
  • Orina oscura o roja debido a la presencia de sangre. 
  • Náuseas y vómitos.

¿Cuándo debes consultar con un médico?

Cuando se presente dolor fuerte en la espalda baja (área de los riñones), orina oscura o fiebre es el primer momento para que lo chequee un médico para confirmar o descartar la presencia de cálculos renales.

Debe buscar atención médica si presente alguno o varios de los siguientes síntomas:

Si presenta dolor por piedras en los riñones y fiebre, vaya directamente a la sala de emergencias. Un cálculo renal con una infección urinaria debe ser tratado inmediatamente.

Consecuencias del cálculo renal

La complicación de los cálculos o piedras en los riñones es el cólico renal, un dolor violento que se localiza en el costado y se irradia hacia abajo hasta llegar al testículo en los hombres y a la ingle en las mujeres.

Si se produce una infección del tracto urinario, puede tener fiebre y, según la localización (uretra, vejiga, riñón), uretritis, cistitis o nefritis. Si el cálculo obstruye completamente el uréter, se producirá un estancamiento de la orina e hidronefrosis (exceso de líquido en un riñón debido a la acumulación de orina).

Los cálculos renales pueden causar la muerte si se presenta una enfermedad renal crónica o una infección severa que pueda ocasionar sepsis.

¿Cómo eliminar los cálculos renales? 

El tratamiento para los cálculos renales puede ser médico (medicamentos) o quirúrgico según la ubicación, el tamaño y las características del cálculo.

¿Cuáles son los mejores medicamentos para tratar los cálculos renales?

Se pueden prescribir medicamentos, cuyo tipo depende de la naturaleza del cálculo renal. El citrato de potasio es el más eficaz en el tratamiento de la litiasis renal.

  • Citrato de potasio:

El citrato de potasio es un elemento mineral capaz de inhibir la cristalización y el crecimiento de los cálculos renales. Induce en la disolución de los cálculos y previene su formación. Por lo tanto, se usa comúnmente tanto en la terapia como en la prevención de cálculos renales.

Está indicado para pacientes que tienen cálculos de calcio y el citrato urinario bajo, y también para aquellos con cálculos úricos y cistinosos. El citrato de potasio hace que la orina sea menos ácida o más alcalina. 

  • Diuréticos:

Su médico puede recetar un diurético, que puede reducir la cantidad de calcio que se libera en la orina. Estos incluyen hidroclorotiazida, clortalidona o indapamida, todos los cuales ayudan a prevenir la reaparición de cálculos renales, especialmente en personas que tienen altos niveles de calcio en la orina.

  • Alopurinol:

El alopurinol sirve para disminuir la cantidad de ácido úrico producido por el cuerpo, con el fin de prevenir la formación de cálculos renales. Este medicamento puede ser particularmente útil para las personas que tienen gota o una dieta alta en proteína animal.

Tratamiento para cálculos pequeños

Los cálculos renales son pequeños (menos de 4 milímetros de diámetro) para que puedan eliminarse fácilmente en la orina. Aun así pueden causar dolor que dura un par de días y desaparece con su expulsión. 

Si el dolor en el riñón es intenso, el médico puede prescribir analgésicos, según la intensidad de las molestias. Si aparecen náuseas y vómitos, se pueden tomar medicamentos específicos para aliviarlos (antieméticos). Los antibióticos se prescriben en caso de infección del tracto urinario.

Tratamiento para cálculos grandes

Si las piedras son demasiado grandes (6-8 mm de diámetro) para ser expulsadas naturalmente, se pueden utilizar diferentes técnicas:

Esta cirugía implica el uso de un instrumento telescópico delgado llamado nefroscopio. Después de que esté bajo anestesia, su médico hace una pequeña incisión en su espalda e inserta una manga protectora a través de su espalda y dentro de su riñón. Luego, el médico pasa el nefroscopio para localizar y extraer el cálculo renal.

Se utiliza un ultrasonido (ondas de sonido de alta frecuencia) para identificar dónde está un cálculo renal. Luego se envían ondas de choque de ultrasonido a la piedra desde una máquina para romperla en pedazos más pequeños para que pueda pasar a la orina.

Puede ser un tratamiento incómodo, por lo que generalmente se lleva a cabo después de administrar analgésicos. Es posible que necesite más de 1 sesión si hay varios cálculos renales.

La elección del tipo de tratamiento la decide el médico según el tamaño, la ubicación del cálculo y las condiciones de la persona que lo padece.

Incluso si se eliminan, los cálculos renales pueden reaparecer, por lo que es importante conocer su naturaleza y composición para comprender qué los causó y evitar que vuelvan a formarse.

Consejos para la prevención de los cálculos renales 

  • Manténgase hidratado:

La mejor forma de prevenir los cálculos renales es beber 2-3 litros de agua al día; de esta forma la orina queda más diluida y se evita que los productos de desecho se concentren demasiado y formen cálculos. Para entender si la orina está diluida hay que fijarse en su color: más oscura, más concentrada. 

  • Reduce el consumo de sal:

Demasiada sal en la orina impide que el calcio se reabsorba de la orina a la sangre. Esto provoca un alto nivel de calcio en la orina, lo que puede provocar cálculos renales.

  • Come menos alimentos ricos en oxalatos:

Algunos cálculos renales están hechos de oxalato, un compuesto natural que se encuentra en los alimentos y que se une al calcio en la orina para formar cálculos renales. Los alimentos ricos en oxalatos son espinacas, chocolate, café, remolachas y salvado de trigo

  • Limite la proteína animal:

Comer demasiada proteína animal, como carnes rojas, aves, huevos y mariscos, aumenta el nivel de ácido úrico y podría provocar cálculos renales. Una dieta alta en proteínas también reduce los niveles de citrato urinario, el químico en la orina que ayuda a prevenir la formación de cálculos.