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¿Puedo tomar anticoagulantes con la menstruación?

Las mujeres en edad fértil que reciben anticoagulantes pueden poseer una menstruación abundante o hemorragia uterina, la cual podría variar según el tipo de anticoagulantes que le sea indicado, ya que existen diferencias entre las opciones disponibles.    

Aunque las pacientes con sangrado menstrual abundante (SMA)  muy pocas veces experimentan rápido descenso de los niveles de hemoglobina, y rara vez requieren  transfusiones, a menudo desarrollan deficiencia de hierro, que les llevara en el transcurso de múltiples ciclos a buscar  atención médica.

¿Cuándo el sangrado menstrual es abundante?

El sangrado menstrual abundante (SMA) se define como una pérdida de sangre menstrual  mayor de 80 ml por ciclo. Una forma práctica de determinar la cantidad aproximada, es en base al número de productos de higiene  utilizados y el grado de saturación de los mismos, durante un ciclo menstrual.

También es importante señalar que además de las medidas médicas tomadas como la vigilancia de los niveles de hemoglobina y  valores de hierro, el SMA se asocia con una disminución en la calidad de vida,  absentismo laboral y estudiantil,  que impactan en el bienestar general.

¿Qué son los anticoagulantes?

Los anticoagulantes son terapias utilizadas con la finalidad de disminuir o retardar formación de coágulos en situaciones específicas cuando existe mayor riesgo de coagulación no fisiológica, la cual ocasiona mayor peligro de trombosis.

¿Es normal el sangramiento menstrual abundante ante el uso de anticoagulante?

Muchas mujeres bajo terapia con anticoagulantes no manifestarán cambios en su patrón menstrual.  En otras ocasiones los sangramientos menstruales abundantes  muchas veces no son reconocidos o diagnosticados  en mujeres anticoaguladas, en parte debido a que no hay una queja o los síntomas no son comentados, ya que son asumidos como normales.

Durante la primera evaluación donde se inicia la terapia anticoagulante, el diagnóstico de SMA debe ser realizado en el momento de la prescripción inicial del anticoagulante oral, donde se debe detallar el patrón menstrual actual y pasado.

Esto aplica particularmente para mujeres cuyo episodio de trombosis se produjo mientras usaba anticonceptivos orales (ACO) u otros agentes hormonales que regulaban el sangramiento menstrual, ya que estas pacientes suspenderán los ACO por lo cual podría reaparecer el sangramiento menstrual abundate, y coincidir con el inicio de la terapia anticoagulante.   

En el caso de las mujeres que manifiestan síntomas compatibles con SMA o aumento de la menstruación durante la terapia anticoagulante, debe vigilarse los niéveles de hemoglobina y hierro sérico en  sangre, mediante exámenes específicos.

¿Qué hacer ante la aparición de sangramiento menstrual abundante durante el uso de anticoagulantes?

Es muy importante informar inmediatamente si hay síntomas de sangramiento menstrual abundante, y sobre todo su notificación al médico, con evaluaciones de la intensidad en cada encuentro con su médico tratante,  al menos una vez al año.

En el caso de un tratamiento con anticoagulación  a largo plazo, sobre todo en mujeres peri menopáusicas, el riesgo de sangrado irregular es mayor y podría ser más acentuado. 

 Un seguimiento periódico de chequeos de  laboratorio, incluidos los controles de hemoglobina y ferritina, también son apropiados. La comunicación  es fundamental  con el médico, ya que los pacientes pueden dudar en informar los síntomas de inmediato debido la vergüenza o la creencia que no es nada importante. Una vez que el sangramiento menstrual ha sido  identificado, hay muchas opciones para manejarlo.

¿Qué medidas terapéuticas se pueden tomar para manejarlo?

Terapias hormonales

Muchas terapias hormonales pueden ser parte del manejo de SMA, en pacientes anti coaguladas. Su médico elegirá la terapia más ajustada a su necesidad considerando el antecedente trombótico, que amerito la indicación del anticoagulante. Existen terapias con progestágenos,  implantes subdérmicos o intrauterinos, así como otras terapias estrogénicas, siendo estas últimas  en ciertas ocasiones evitadas por estar más asociadas a mayor riesgo de eventos trombóticos.

Terapias invasivas

En casos extremos, las terapias quirúrgicas como la ablación endometrial o la embolización de la arteria uterina pueden ser una opción. La histerectomía es una solución permanente  que debe ser acordada en conjunto médico-paciente, según los deseos de futuro embarazos.    

Modificación de los anticoagulación

Esta es una alternativa en muchos casos tentadora, pero el análisis de los factores y condiciones de cada paciente es necesario para considerarla.  En algunos casos una maniobra que podría ser implementada es la disminución de la dosis en los días de la menstruación, pero esta opción debe ser estrictamente indicada por su médico, ya que le riesgo de trombosis podría aumentar.

Los anticoagulantes son terapias utilizadas con la finalidad de disminuir o retardar formación de coágulos en situaciones específicas cuando existe mayor riesgo de coagulación no fisiológica, la cual ocasiona mayor peligro de trombosis.