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¿Qué es la vitamina D?

La vitamina D es un nutriente que circula por la sangre para activar o desactivar ciertos mecanismos celulares, con propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y neuroprotectoras que contribuyen a la salud del sistema inmune, a la función muscular y a la actividad de las células cerebrales.

La función más conocida de la vitamina D es que ayuda a la salud ósea porque el cuerpo solo puede absorber calcio en presencia de vitamina D. El calcio es esencial para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes en niños y adultos mayores.

La vitamina D no es una vitamina como las demás: es la única que el cuerpo humano puede sintetizar, específicamente en la piel, bajo el efecto del sol. Por eso es considerada una pre-hormona.

¿Para qué sirve la vitamina D?

La vitamina D actúa tal cual lo hacen las hormonas. Su efecto más conocido y mejor descrito tiene que ver con la absorción de calcio en el intestino.

En los últimos años se ha señalado la importancia de la vitamina D para el buen funcionamiento del sistema inmunológico, tanto en infecciones como en las enfermedades llamadas autoinmunes.

Es tan importante la vitamina D para el aprovechamiento del calcio que las deficiencias graves y prolongadas producen raquitismo en los niños y osteomalacia en los adultos, en ambas enfermedades los huesos son tan débiles que se deforman, también se ha asociado a la vitamina D con una mejor salud de los músculos.

¿Cuáles son las formas de la vitamina D?

Las 2 formas principales de vitamina D que son importantes para los humanos son:

  • Vitamina D2 o ergocalciferol.
  • Vitamina D3 o colecalciferol.

La vitamina D2 es producida naturalmente por las plantas y la vitamina D3 es producida naturalmente por el cuerpo cuando la piel se expone a la radiación ultravioleta de la luz del sol.

Ambas formas se convierten en 25-hidroxivitamina D en el hígado. Luego viaja por la sangre a los riñones en donde se convierte en 1,25 dihidroxivitamina D o calcitriol, la forma activa de la vitamina D en el cuerpo.

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Comparación entre Vitamina D3 y Vitamina D2

El estudio reunió un total de 75.454 participantes, y los resultados más destacados fueron los siguientes:

  • Los suplementos de vitamina D en general no reducen de forma significativa la mortalidad por todas las causas (cociente de riesgo 0.98, intervalo de confianza de 95% – 0.95 a 1.02), excepto cuando se separan en subgrupos de suplementos de vitamina D3 y vitamina D2.
  • Todas las causas de mortalidad fueron significativamente menores en los ensayos que emplearon vitamina D3 que en los ensayos que emplearon vitamina D2.
  • Los suplementos de vitamina D se asociaron a una reducción significativa de la mortalidad por cáncer en un 16% (cociente de riesgo 0.84, intervalo de confianza de 95% -0.74 a 0.95).
  • El análisis de metarregresión encontró que la mortalidad por todas las causas es significativamente menor cuando los ensayos con uso de suplementos de vitamina D tienen mayor tiempo de seguimiento.

Los resultados del presente estudio sugieren que el uso de suplementos de vitamina D reduce la mortalidad por cáncer en un 16%. Sin embargo, no disminuye la mortalidad por enfermedad cardiovascular, enfermedad cerebrovascular o cardiopatía isquémica. Estos resultados se diferencian de dos revisiones sistemáticas previas. Una revisión de Cochrane en 2014 encontró que el uso de suplementos de vitamina D disminuyó la mortalidad por cualquier causa en un análisis de 56 ensayos con un total de 95.286 participantes. Otra revisión sistemática que incluyó 40 ensayos con un total de 81.173 participantes también puso en evidencia una reducción en la mortalidad. Los resultados de mortalidad por cáncer son consistentes con los resultados de un meta-análisis previo, también publicado en BMJ.

¿Qué forma de vitamina D es mejor?

Existen dos formas: la vitamina D3 (calciferol), que es la que produce nuestro cuerpo cuando es expuesto a la luz del sol, y la vitamina D2 (ergosterol), obtenida de los alimentos. Ambas son seguras para el organismo. Sin embargo, las investigaciones demuestran que la vitamina D3 es más efectiva que la vitamina D2 en lograr valores adecuados.

Finalmente, no importa qué tipo de presentación de vitamina D3 se tome, ya sea en una cápsula, tableta o forma líquida. En la mayoría de las personas la vitamina D es absorbida fácilmente por el organismo, y no importa la hora del día o si se ingiere con las comidas.

Propiedades de la Vitamina D

La más conocida función de la vitamina D es que ayuda al cuerpo a absorber el calcio, uno de los principales elementos de huesos y dientes.

Beneficios de la vitamina D en el sistema inmunológico

La vitamina D estimula los macrófagos y las células dendríticas que son los “soldados de primera línea” del sistema inmunitario en el sitio de la infección. De esta manera nuestro organismo reacciona rápidamente en caso de agresión.

Aumenta la síntesis de proteínas de acción antimicrobiana (antibióticos generados por nuestro propio cuerpo) que actúan en la eliminación de patógenos.

También estimula la respuesta del sistema inmunitario adaptativo, pues aumenta el número de linfocitos Th2 produciendo un efecto antiinflamatorio.

Permite el mantenimiento de la integridad de la mucosa intestinal por su acción sobre las proteínas que constituyen las uniones entre las células intestinales.

Así los patógenos en su tránsito por el intestino no pueden atravesar esta pared y en consecuencia no pasan al torrente sanguíneo. Igual sucede con la pared pulmonar: la vitamina D mantiene uniones muy estrechas para evitar que agentes patógenos penetren y causen enfermedades.

Los estudios sobre los beneficios de la vitamina D en el sistema inmunológico resaltan la importancia de los suplementos diarios de vitamina D para prevenir infecciones agudas del tracto respiratorio como neumonía, tuberculosis y bronquitis.

Vitamina D y COVID-19

Posteriormente con la llegada del COVID-19, los estudios llevados a cabo en abril de 2020, en 20 países europeos, han determinado el vínculo entre el sistema inmune, la vitamina D y este virus. Los resultados de estos estudios indican que:

  • Aquellas personas que cuentan con niveles óptimos de vitamina D corren (tienen) menos riesgo de contagiarse de COVID-19.
  • La suplementación con vitamina D reduce el riesgo de desarrollar una infección aguda del tracto respiratorio.
  • Ante el COVID-19, la vitamina D ayuda a reducir la gravedad de la enfermedad, evitando la hospitalización y la mortalidad.

Vitamina D e infecciones respiratorias

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha publicado estudios en su portal web en los que se menciona un papel positivo de la vitamina D en el riesgo de infecciones respiratorias(1)

Con el advenimiento de la pandemia por coronavirus y la enfermedad que produce (COVID-19), más de 300 publicaciones científicas han apoyado, aún más, la importancia de la vitamina D para el sistema inmunológico y para una mejor respuesta del mismo frente a agentes agresores como los virus.

Uno de estas publicaciones en una prestigiosa revista científica, es un estudio realizado en casi 200. 000 participantes en las que se encontró que aquellas personas que tenían un estado de vitamina D deficiente, tuvieron con más frecuencia pruebas positivas para el coronavirus SARS-CoV-2, en comparación con aquellos que tenían un estado de vitamina D adecuado, de hecho la tasa de positividad fue 54% mayor. (2) El estudio antes mencionado es firme en señalar la importancia de la vitamina D para la salud.

La vitamina D, ejerce importantes funciones de regulación sobre las células de defensa (células inmunes). Estas funciones incluyen que sean suficientes en cantidad y efectivas en su labor de reconocimiento y ataque de sustancias extrañas.

Las células de defensa tienen áreas específicas (receptores) de unión a la vitamina D, a través de ese contacto la vitamina D ayuda a las células de defensa a madurar, producir sustancias de ataque y definir mejor el blanco sobre el cual van a actuar.

En términos científicos la vitamina D es considerada una sustancia inmunomoduladora, efecto que ejerce a través de acciones muy complicadas.

En el estudio publicado en The Lancet los autores concluyeron que “la toma de vitamina D es segura y reduce el riesgo de infección de forma pequeña pero significativa”.

El efecto pequeño pero significativo es atribuido, a la gran heterogeneidad (diferencias) de los trabajos de investigación que fueron incluidos para un mismo análisis.

A pesar de dichas diferencias entre los casi 50 mil participantes y las condiciones de cada investigación, asegurar una ingesta adecuada y sostenida de vitamina D en el tiempo, produce los efectos antes mencionados.

Vitamina D y su función neuroprotectora

En estudios sobre la vitamina D en enfermedades neurodegenerativas, se llegó a la hipótesis que al aumentar los niveles de vitamina D mediante la exposición al sol o tomando suplementos podría reducir el riesgo de desarrollar trastornos relacionados con el cerebro o limitar su progresión. Pero falta evidencia sólida que apoye esta hipótesis.

Un artículo de Mayo Clinic sobre la vitamina D y su influencia sobre el Alzheimer y la demencia afirma que el papel de la vitamina D en la función cerebral, la cognición y el proceso de envejecimiento aún no está claro.

Pero según el profesor e investigador Thomas Burne del Queensland Brain Institute, la vitamina D muestra un efecto neuroprotector y puede ser determinante en el desarrollo de trastornos cognitivos.

Sus estudios afirman que la vitamina D participa en la regulación de genes importantes para la función cerebral y actúa como un neuroesteroide influyendo en los procesos cerebrales que afectan el estado de ánimo y el comportamiento.

La vitamina D es un nutriente muy importante para la plasticidad cerebral y sus niveles influyen en mantener las redes perineuronales (PNN) estables. Participa en la reducción del estrés oxidativo y las neurotoxinas.

Se necesitan muchos más estudios e investigaciones para ofrecer una visión sólida sobre el importante papel neuroprotector de la vitamina D.

Propiedades antioxidantes de la vitamina D

En cuanto al efecto antioxidante, pruebas experimentales han sugerido también que hay una posible asociación entre la vitamina D y el riesgo de cáncer.

Los cánceres para los que hay datos humanos disponibles son el cáncer colorrectal, el de seno, de próstata y páncreas.

Los hallazgos sobre los beneficios de la vitamina D para prevención de cáncer hasta ahora son mixtos. Se necesitan más estudios para determinar si la suplementación de la vitamina D puede reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer.

¿Cómo obtener vitamina D en el cuerpo?

Existen 3 formas de obtener vitamina D:

  • A través de la luz solar: el 80 % de la vitamina D se obtiene a partir de los rayos UV de la luz solar. El cuerpo crea su propia vitamina D cuando se expone a la luz solar. Según la zona donde se viva es recomendable tomar el sol por espacio de 10 minutos 3 o 4 veces a la semana, mientras se realizan otras actividades sin olvidar el uso de protector solar.

Recomendaciones de ingesta diaria

Sociedad de Endocrinólogos IOM
Niños   400 – 1.000 UI/día 400 UI/día
Adultos 1.500 – 2.000 UI/día 600 – 800 UI/día

Se recomienda no ingerir cantidades superiores a 10.000 UI/día para adultos. Si bien esta cantidad parece muy alta, hay que tener en cuenta que el organismo puede producir de 10.000 a 25.000 UI de vitamina D después de la exposición solar directa en todo el cuerpo.

  • Con la ingesta de ciertos alimentos: hay muy pocos alimentos que contienen vitamina D. Los más reconocidos son el pescado graso como salmón, trucha, pez espada y atún, aceite de pescado, hígado de res, huevos, queso, mantequilla, yogurt, aguacate y hongos. También se pueden conseguir alimentos y bebidas enriquecidas  con vitamina D como la leche, incluidas la leche de soya y almendras, jugos y cereales, por lo que es recomendable revisar las etiquetas nutricionales de los productos.
  • Por suplementos dietéticos: se pueden obtener de venta libre pero siempre es recomendable la evaluación médica para conocer factores de riesgo, antecedentes familiares y el nivel de vitamina D en su sangre. También es importante si está tomando algún suplemento de calcio revisar si ya contiene vitamina D.

Dosis diaria recomendada de vitamina D

La cantidad de vitamina D necesaria a diario depende de su edad y del estilo de vida de cada persona, así como de las patologías que padezca cada una de ellas  

¿Qué ocasiona el déficit de vitamina D?

Los seres humanos podemos producir vitamina D cuando nuestra piel recibe suficiente radiación solar (rayos ultravioletas B). La segunda fuente de esta vitamina son algunos alimentos derivados del mar. A pesar de esta capacidad que tenemos de producir vitamina D, la deficiencia de la misma es un problema global, es decir, está presente en casi todas las poblaciones del mundo.

El déficit de vitamina puede retrasar el crecimiento de un niño y producir problemas de caries y estructura dental. Enfermedades como raquitismo, osteoporosis y osteomalacia están también asociadas a bajo o nulo nivel de vitamina D en el organismo.

También nos expone a contraer infecciones, especialmente virales que una vez contraídas son de difícil evolución.

Y después de estudios e investigaciones sobre la plasticidad cerebral, que aún están en desarrollo, el Dr. Burne y su equipo aseguran que la parte derecha del hipocampo es la más afectada por falta de vitamina D.

Perder la función en esta área puede contribuir a la aparición de síntomas de esquizofrenia como déficits severos de memoria y una percepción distorsionada de la realidad.

En patologías dermatológicas tan diversas como el acné, la rosácea, la cicatrización, la psoriasis, la alopecia, el vitiligo y la dermatitis atópica se ha observado que la deficiencia de vitamina D tiende a presentar cuadros más severos en el transcurso de la enfermedad.

El déficit de vitamina D puede tener diferentes causas:

  • No recibe suficiente vitamina D en su dieta diaria.
  • No absorbe suficiente vitamina D de los alimentos.
  • No recibe suficiente radiación solar.
  • Su hígado o sus riñones no pueden convertir la vitamina D en su forma activa en el cuerpo.
  • Toma medicamentos que interfieren con la capacidad del cuerpo para convertir o absorber vitamina D.

Las personas que pueden padecer de déficit de vitamina D son:

  • Bebés en periodo de lactancia porque la leche materna no es buena fuente de vitamina D.
  • Adultos mayores que aunque mantengan una rutina de exposición al sol, su piel ya no produce eficientemente vitamina D y sus riñones ya no tienen la misma capacidad de convertir la vitamina D a su forma activa.
  • Personas de piel oscura porque tienen menor facilidad de producir vitamina D en presencia del sol.
  • Personas con trastornos como enfermedad de Crohn o enfermedad celíaca, que no absorben la grasa correctamente, porque la vitamina D necesita grasa para ser absorbida.
  • Personas que tienen obesidad porque su grasa corporal le impide a la vitamina D entrar en la sangre.
  • Personas que han tenido cirugía de bypass gástrico.
  • Personas con osteoporosis.
  • Personas con enfermedad renal o hepática crónica.
  • Personas con hiperparatiroidismo.
  • Personas con alguna enfermedad granulomatosa, formaciones de células causadas por inflamación crónica.
  • Personas con linfomas.
  • Personas que toman medicamentos que afectan el metabolismo de la vitamina D.