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¿Qué es la salud ocular?

La salud ocular o visual implica que no existen enfermedades en el sentido de la visión, ni en las estructuras de los ojos, al mismo tiempo que la persona goza de buena agudeza visual.

Según la Organización Mundial de la Salud, las alteraciones visuales no están distribuidas equitativamente en el mundo, las regiones menos desarrolladas tienen una proporción más grande, son más frecuentes en los adultos mayores de 50 años y las mujeres en comparación con los hombres.

¿Cuál es la importancia de la salud visual?

La visión es el más dominante de nuestros sentidos y por ello tiene un papel fundamental en todos los aspectos de nuestra vida. Es parte indispensable de la interacción social e interpersonal en la comunicación, en la que la información se transmite en buena medida a través de señales no verbales, como gestos y expresiones faciales.

Cuando se cuenta con una buena salud visual, se fortalece la salud en general, aumenta la capacidad de aprendizaje y desarrollo, se mantiene la autonomía e independencia de las personas, permitiéndoles un adecuado desempeño en su vida cotidiana.

Ojos expuestos. Una importante superficie de nuestros ojos está constantemente expuesta al exterior y eso los hace vulnerables a los contaminantes del aire.

Las principales fuentes de contaminación provienen del tráfico, aires acondicionados, las emisiones de las fábricas o el clima presente en las grandes ciudades. Pero también el humo y las partículas que se originan como consecuencia de los incendios, sobre todo aquellas personas que viven cerca de zonas afectadas en épocas de sequía (el Ávila).

Según la Organización Mundial de la Salud, en la actualidad 9 de cada 10 personas está expuestas a niveles de contaminación superiores a los recomendados.

Pero los ojos no solo están expuestos a la contaminación, también la radiación solar sin protección puede afectar la salud ocular, así como los contaminantes ambientales el exceso de luz puede provocar irritación ocular.

¿Cómo se manifiesta la irritación ocular?

Los ojos irritados se tornan rojos, esta tonalidad rojiza o inyectada se debe a la dilatación de los vasos sanguíneos minúsculos ubicados entre la esclerótica (blanco del ojo) y la conjuntiva transparente que recubre el ojo.

Estos vasos sanguíneos (muchos de los cuales en general son invisibles) pueden hincharse y volverse tortuoso, haciéndose visibles y dando al ojo un aspecto rojo brillante.

¿Qué causa la irritación en los ojos?

Además de los contaminantes ambientales, que son la primera causa de irritación ocular, otros factores que con frecuencia pueden causar irritación ocular son:

  • Exposición prolongada a pantallas digitales
  • Descanso insuficiente (fatiga ocular)
  • Exposición a sustancias químicas (cloro en el agua de las piscinas)
  • Vapores en el aire (vapores de gasolina)
  • Exceso de radiación solar sin protección
  • El uso de mascara o tapabocas, debido a que el aire exhalado suele circular hacia nuestros ojos
  • Uso de lentes de contacto

Los ojos irritados también pueden ser causados por alergias o por infecciones oculares comunes, tales como las conjuntivitis, siendo las virales las más frecuentes.

¿Cómo cuidarse de la irritación ocular?

Es importante evitar en lo posible los factores potencialmente irritantes. Aunque no podemos encerrarnos en una burbuja, se puede hacer un esfuerzo para:

  1. Reducir la exposición a ambientes contaminados, con baja circulación de aire.
  2. Evitar permanecer en espacios cerrados donde haya humo de cigarrillo, exceso de polvo, humo de vehículos automotores.
  3. No exponerse innecesariamente a corrientes de aire seco.
  4. Usar lentes protectores si se requiere una exposición prolongada al sol o a corrientes directas de aire (motociclistas)
  5. Descansar por lo menos 8 horas.
  6. Realizar periodos de descanso cuando se emplean dispositivos digitales, no olvidar parpadear con frecuencia.
  7. Evita el resplandor del ordenador reduciendo el brillo o utilizando un protector de pantalla.
  8. Hacer un uso correcto de las lentes de contacto.
  9. Aplicar medidas de higiene, evitando el contacto con personas que están sufriendo infecciones oculares.

Además, es muy importante:

  1. Mantenerse hidratado.
  2. Llevar una dieta equilibrada.
  3. No frotarse los ojos.

¿Quién nos ayuda a cuidar nuestra visión?

Aunque en general el enrojecimiento ocular suele ser producto del contacto con irritantes, no obstante, el enrojecimiento ocular algunas veces puede ser signo de un trastorno o enfermedad más grave en los ojos; la uveítis o el glaucoma, por ejemplo.

Es por ello por lo que, cuando no ocurra mejoría al evitar factores agresores y realizar medidas generales para disminuir la irritación, es imprescindible acudir al especialista.

Los mayores aliados en el cuidado de la salud visual son los médicos (as) oftalmólogos. La oftalmología es la especialidad médica encargada de estudio y tratamiento de las enfermedades de los ojos y las estructuras perioculares.

¿Qué son las soluciones oftálmicas?

Son disoluciones o suspensiones estériles, acuosas u oleosas, de uno o más principios activos, destinadas a su instilación en el ojo. También se les llama colirios.

Son un medicamento líquido que se pone sobre el ojo en forma de gotas dosificada.

¿Cómo se aplican las soluciones o gotas oftálmicas?

Lo primero que debe hacer antes de colocarse cualquier medicamento a nivel ocular es lavarse las manos.

Lo adecuado es bajar el párpado inferior, para que se forme un canal y depositar las gotas en la cavidad que se forma. Ayuda en el procedimiento el inclinar la cabeza un poco hacia atrás y hacia el lado del ojo donde se administrarán las gotas.

Para reducir el rebosamiento hacia las vías nasales y la absorción a la circulación sistémica, se recomienda apretar firmemente con una gasa sobre el ángulo interno del ojo durante 1-2 minutos, ahí se encuentra el conducto lagrimal.

Generalmente suele ser suficiente con la instilación de una gota si ésta ha sido bien aplicada y a continuación parpadear un par de veces para extender las gotas por toda la superficie ocular.

Se aconseja que posteriormente se cierren los ojos durante unos minutos, para limpiar el exceso de líquido que pueda derramarse.

¿Qué es y para qué sirve la nafazolina clorhidrato?

Nafazolina Clorhidrato es un descongestivo de los vasos sanguíneos que están en la superficie ocular y que se hacen visibles cuando los ojos están irritados. Está formulado e indicado para el alivio sintomático del enrojecimiento del ojo debido a irritaciones oculares menores de la conjuntiva.

Nafazolina regula el tono de dichos vasos y mejora de forma inmediata los síntomas debidos a irritación ocular.

¿Cuánto tiempo se puede usar nafazolina clorhidrato?

El tiempo máximo recomendado es 72 horas, posteriores a las cuales se deben suspender su uso y consultar al médico, si no hay mejoría de los síntomas o se asocian otras alteraciones.

¿Cuándo no se debe usar nafazolina clorhidrato?

Se debe tener precaución o evitar el uso de nafazolina si hay infecciones oculares con formación de secreción amarillenta (pus). Después de lesiones traumáticas producidas por golpes, quemaduras, presencia de cuerpos extraños o sustancias químicas.

Si hay dolor en los ojos, cambios en la visión o irritación persistente. Si este producto es ingerido busque ayuda médica inmediatamente.

Las personas con glaucoma de ángulo cerrado, hipertiroideos, así como los hipertensos, no deben usar este tipo de fármacos.

Los niños, ni las embarazadas.

¿Cuáles medidas son recomendables en el mantenimiento de las gotas o soluciones oftálmicas?

Como norma general debe guardarse en un lugar fresco, seco y protegido de la luz a temperatura ambiente. Solo se conservará en el frigorífico si así viene indicado para su conservación mediante el símbolo

Debemos evitar que se contamine, ya que podría afectar al ojo.

Para evitar la contaminación del medicamento, es importante que la punta del aplicador no entre en contacto con ninguna superficie del ojo.

Para la correcta conservación mantendremos el envase bien cerrado en un lugar fresco hasta la siguiente aplicación.

Deben desecharse a las cuatro semanas de estar abiertos, o al finalizar el tratamiento si es de menor duración, salvo que el envase especifique lo contrario, ya que de otro modo podrían contaminarse.