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Para prevenir un accidente cerebrovascular (ACV) es muy importante controlar los factores de riesgo que dependen directamente de nosotros y mantener hábitos de vida saludables.

  1. No fumar.
  2. Controlar el colesterol.
  3. Controlar la presión arterial.
  4. Controlar la diabetes.
  5. Hacer ejercicio físico diario.
  6. Mantener un peso saludable.
  7. Limitar la cantidad de consumo de alcohol.
  8. No usar drogas.
  9. Tratar la apnea obstructiva del sueño

Adicional, también hay factores de riesgo, que son inherentes a cada paciente, algunos de ellos no se pueden modificar:

  • Edad: el riesgo de ACV aumenta con la edad.
  • Sexo: los hombres presentan mayor riesgo.
  • Genes y raza: cuando los padres lo han padecido. En cuanto a la raza, las personas de raza negra presentan un riesgo más elevado.
  • Enfermedades: sufrir enfermedadescomo cáncer, la enfermedad renal crónica, enfermedades autoinmunes y algunos tipos de artritis.
  • Embarazo: puede presentarsedurante la gestación o en las semanas posteriores al parto.
  • La apnea obstructiva del sueño.
  • Personas con válvulas cardíacas artificiales o infectadas.
  • Arritmias cardíacas como la fibrilación auricular
  • Defectos cardíacos congénitos.
  • Historial familiar de accidente cerebrovascular.
  • Infección por COVID 19.

¿Qué son los accidentes cerebrovasculares?

Un ACV, ataque cerebral o ictus sucede cuando el suministro de sangre a una parte del cerebro se interrumpe o reduce, lo que impide que el tejido cerebral reciba oxígeno y nutrientes, por esta causa las células cerebrales comienzan a morir rápidamente.

Los ACV requieren atención médica inmediata para contrarrestar sus efectos lo más pronto posible y evitar secuelas graves.

Según la OMS, se entiende por ACV un síndrome clínico de desarrollo rápido debido a una perturbación focal de la función cerebral, de origen vascular y de más de 24 horas de duración.

Prevención de un ACV

Ten presente: ¡el  80% de los accidentes cerebrovasculares se pueden prevenir con cambios en el estilo de vida!

No fumar

Fumar aumenta el riesgo de apoplejía para fumadores activos y para fumadores expuestos al humo (pasivos).

Entre los riesgos cardiovasculares que conlleva fumar está la formación de coágulos de sangre y el debilitamiento de las paredes de los vasos sanguíneos en el cerebro.

Si fumas debes dejar de hacerlo inmediatamente. Pregunta a tu médico sobre las terapias disponibles que te ayuden a dejar de fumar.

Mantener controlado el colesterol

Con alimentación saludable, ejercicios y, si fuese necesario, con medicamentos indicados por tu médico.

Hacer cambios en tu dieta, evitar grasas saturadas y trans puede prevenir acumulaciones de grasa en las arterias.

Mantener la presión arterial en sus niveles normales

Una presión arterial normal es de 120/80 mm Hg. Comer saludable y hacer ejercicios a diario es fundamental para el control de la tensión arterial, además de cumplir con el tratamiento con medicamentos antihipertensivos prescritos por el médico.

Controlar la diabetes

La dieta, el ejercicio y la pérdida de peso son fundamentales para mantener el nivel de la glucosa sanguínea dentro del rango saludable. La cantidad de glucosa en sangre en ayunas debe estar entre 70 y 100 mg/dl.

En caso de diabetes, es necesario cuidar la dieta con mayor rigurosidad, tomar las medicinas indicadas para estos casos y mantener una actividad física diaria, en lo posible

Mantenerse en un peso saludable

El sobrepeso contribuye a otros factores de riesgo del ACV como presión alta, enfermedades cardiovasculares y diabetes.

Si es necesario adelgazar, es recomendable poner en práctica un programa para perder peso que incluya ejercicios y nutrición balanceada.

Se recomienda consumir una dieta rica en frutas y verduras, que contenga 5 o 6 porciones diarias.

La dieta mediterránea que hace hincapié en el consumo de aceite de oliva, frutas, nueces, verduras y cereales integrales es altamente recomendable.

Hacer ejercicios en forma regular

El ejercicio aeróbico puede reducir tu presión arterial, aumentar los niveles de colesterol bueno y mejorar la salud de tus vasos sanguíneos y corazón.

También te ayuda a perder o mantener el peso, controlar la diabetes y reducir el estrés.

Haz al menos 30 minutos de actividad física moderada como caminar, trotar, nadar o andar en bicicleta, según tus habilidades y gustos.

Cuidar la ingesta diaria de alcohol

El consumo excesivo de alcohol aumenta el riesgo de hipertensión arterial, accidentes isquémicos y hemorrágicos. Además, puede interactuar con otros medicamentos que estés tomando.

Si te gusta beber alcohol, hazlo con moderación, las mujeres un trago al día y los hombres 2 tragos. Consulta al médico.

No ingerir drogas ilegales

La cocaína y las metanfetaminas son factores de riesgo establecidos para un accidente isquémico o un accidente cerebrovascular.

Tratar la apnea obstructiva del sueño

Si tienes apnea obstructiva del sueño, trastorno que hace que dejes de respirar por períodos cortos y repetitivos mientras duermes, y que puede provocar que amanezcas con dolores de cabeza, sensación de falta de descanso, somnolencia durante el día y ronquidos en la noche, entonces debes consultar al médico, para que indique, los estudios para comprobarlo.

El tratamiento incluye un dispositivo que administra presión positiva de aire en las vías respiratorias para mantenerlas abiertas mientras duermes.

Tipos de accidentes cerebrovasculares

ACV isquémico o isquemia cerebral

Ocurre cuando los vasos sanguíneos del cerebro se estrechan o bloquean y causan una importante reducción del flujo sanguíneo. Es el tipo de ataque más común.

Los vasos sanguíneos se bloquean debido a la acumulación de depósitos de grasa o de coágulos sanguíneos que viajan por el torrente sanguíneo.

Puede ser transitorio si la irrigación sanguínea es bloqueada por corto tiempo, en este caso se llama accidente cerebrovascular isquémico transitorio (TIA, por sus siglas en inglés). Es un episodio breve de isquemia cerebral, es reversible y por lo general no representa consecuencias de alto riesgo.

Debe ser evaluado por el personal de salud y vigilar si es transitorio o los síntomas progresan en el tiempo.

ACV hemorrágico

Es causado por un vaso sanguíneo que se rompe y sangra en el cerebro. En consecuencia, se afecta el suministro de sangre a la zona donde ocurrió el daño.

Si la hemorragia ocurre dentro del tejido cerebral, se le llama intracerebral o intraparenquimatosa.

Si la hemorragia sucede en la superficie del cerebro, entre éste y las capas (meninges) que lo recubren, se llama hemorragia subaracnoidea.

Causas del ACV

Los factores relacionados con los accidentes cerebrovasculares son:

  • Presión arterial alta no controlada.
  • Enfermedades cardiovasculares como las arritmias, la más frecuente como causal de ACV es la fibrilación auricular.
  • Diabetes mellitus no controlada, pues esta enfermedad afecta las paredes de los vasos sanguíneos.
  • Alteraciones del colesterol y los triglicéridos
  • Tabaquismo crónico.
  • Otras enfermedades que afectan la pared de los vasos sanguíneos como las malformaciones de arterias o venas cerebrales (causan esencialmente hemorragias)
  • Traumatismo por algún tipo de accidente.

¿Cómo detectar a tiempo un ACV? (Síntomas)

Reconocer a tiempo uno o varios síntomas a la vez es la clave para pedir ayuda y acudir al servicio de emergencia y que el afectado reciba el tratamiento lo más rápido posible.

Si alguien, por ejemplo, presenta de manera súbita debilidad en los brazos o piernas, no siente un lado del cuerpo o habla arrastrando las palabras, probablemente estás ante una persona que está sufriendo un ACV.

Los síntomas más comunes son:

  • Dificultad para hablar y entender lo que dicen otras personas. El afectado puede experimentar confusión, dificultad para articular palabras y para entender lo que se le dice.
  • Parálisis o entumecimiento de la cara, el brazo o la pierna. Solo en un lado del cuerpo.
  • Problemas para ver con uno o con ambos ojos. Puede presentar visión borrosa, doble o ennegrecida.
  • Dolor de cabeza súbito y grave, acompañado en algunos casos de vómito, mareo y pérdida de conocimiento.
  • Problemas para caminar. Puede perder el equilibrio y tropezar por falta de coordinación.

Atención: como los daños ocasionados por el ACV son, en la mayoría de los casos, irreversibles, ante cualquier síntoma no dudes en buscar ayuda.

Cada minuto cuenta. Cuanto más tiempo tarde la atención médica en un caso de ACV, mayores serán las posibilidades de daño cerebral y discapacidad.

Según la Dra. Kara Sands “los accidentes cerebrovasculares se pueden prevenir, tratar y vencer siempre y cuando se piense rápido”.

Inicialmente, el profesional de la salud puede:

  • Preguntar sobre la historia clínica del paciente
  • Hacer un examen físico para revisar:
    • Estado de alerta mental.
    • Coordinación y equilibrio.
    • Cualquier signo físico en la cara, las piernas y los brazos.
    • Cualquier dificultad para ver y hablar en forma clara.
  • Solicitar imágenes del cerebro a través de una tomografía computarizada o resonancia magnética.
  • Solicitar pruebas del corazón como electrocardiograma o ecocardiograma para detectar coágulos de sangre que puedan haber conducido al ataque cerebral.
  • Lo más importante es el tratamiento de emergencia para detener el ACV mientras está en desarrollo.

Complicaciones derivadas de un ACV

Puede causar discapacidades temporales o permanentes, según qué parte fue afectada por carencia del flujo sanguíneo. Algunas de las complicaciones son:

  • Parálisis o pérdida de movimientos musculares. El paciente puede quedar paralizado de un lado del cuerpo o perder el control de varios músculos, de un lado de la cara, brazo o pierna.
  • Dificultad para hablar o tragar. Puede afectar el control de los músculos de la boca y garganta, dificultando tragar o comer. También dificulta el lenguaje, incluido hablar o entender el habla, leer o escribir.
  • Pérdida de memoria o dificultad para pensar. Las personas que han sufrido un ACV pueden presentar dificultades para pensar, razonar y comprender.
  • Problemas emocionales. Estos pacientes pueden tener dificultad para controlar sus emociones y pueden presentar depresión.
  • Dolor. Puede presentar sensaciones poco usuales como entumecimiento, hormigueo o dolor en las partes del cuerpo afectadas por el accidente cerebrovascular.
  • Cambios en la conducta. Estas personas suelen volverse más retraídas.

Conclusión: ¿Cómo prevenir un ACV?

El ACV es un evento en el que no hay suficiente flujo sanguíneo al cerebro, puede ocurrirle a cualquiera, en cualquier lugar y en cualquier momento.

La clave para evitar daños graves está en actuar rápidamente, observando los síntomas asociados al ACV en el paciente, pidiendo ayuda y acudiendo al servicio de emergencia más cercano.

La presión arterial no controlada, la diabetes, el colesterol alto, los malos hábitos como fumar y beber alcohol, consumir drogas, el sobrepeso y la apnea del sueño son factores de riesgo que contribuyen a la aparición de un accidente cerebrovascular.