Cuando pensamos en el manejo o tratamiento del dolor, primero debemos considerar que existen diferentes tipos de dolor y las recomendaciones generales que son útiles para un tipo específico, no necesariamente sean de ayuda en otros dolores. Sin embargo, en general, los dolores agudos más frecuentes responden bien a los medicamentos conocidos como analgésicos.
Existe una gran variedad de fármacos analgésicos, pero algunos comparten un mecanismo de acción similar que consiste en controlar la inflamación, se les llama antiinflamatorios. Los antiinflamatorios son efectivos y el tiempo de permanencia en el mercado, aunque es variable entre los diferentes productos, ha sido lo suficientemente largo como para demostrar un elevado perfil de seguridad.
Ocasionalmente algunos antinflamatorios son combinados con productos que elevan su eficacia, actuando por mecanismos distintos. El objetivo de estas combinaciones es aprovechar el potencial de ambos fármacos con el uso de dosis más bajas de cada uno, algunos ejemplos consisten en la combinación de ibuprofeno con cafeína o la combinación de ibuprofeno con antiespasmódicos.