No debe ser utilizado por niños y adolescentes que tengan o se están recuperando de infecciones virales como la varicela, la gripe o influenza, debido a una posible asociación entre salicilatos y el Síndrome de Reye, una enfermedad poco frecuente pero muy grave, si se presentan cambios en el comportamiento acompañados de náuseas y/o vómito, o si el niño o adolescente parece deshidratado.