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¿Qué es la fibromialgia?

La fibromialgia (FM) es una enfermedad reumática que se caracteriza por dolor generalizado. Es más frecuente en mujeres. Además de su síntoma principal de dolor generalizado, las personas con fibromialgia también padecen de otros síntomas que pueden ocasionar gran impacto en su calidad de vida. En este artículo veremos cuál es el resultado de las investigaciones sobre el efecto del magnesio en la fibromialgia.

¿Cómo puedo identificar los síntomas de fibromialgia?

“Me duele todo” es la  expresión que identifica a los pacientes con fibromialgia. Estos presentan dolor generalizado la mayoría de las veces constante. Además manifiestan sensibilidad y otros síntomas como fatiga, debilidad, trastornos del sueño, alteraciones intestinales y dolor de cabeza. En cuanto al dolor corporal, existen 18 zonas llamadas “puntos dolorosos”. A la palpación, estos producen acentuación del dolor, lo cual orienta al médico durante el examen físico para el diagnóstico.

Las personas con esta condición presentan los síntomas por muchos meses o incluso años, con mejoría  intermitente, alternos con periodos de crisis de dolor que les ocasiona gran limitación en sus actividades diarias, e incluso en su estado de ánimo y su condición emocional.

¿Cuál es la causa de la fibromialgia?

No se conoce la causa, pero se piensa que hay muchos factores implicados. Hay personas que desarrollan la enfermedad espontáneamente y en otras comienza después de procesos identificables como puede ser una infección, un accidente de automóvil o estados de estrés postraumático.

Estos agentes desencadenantes no parecen causar la enfermedad, sino que lo que probablemente hacen es despertarla en una persona que ya tiene una anomalía oculta en la regulación de su capacidad de respuesta a determinados estímulos.

¿Cómo se puede saber si una persona tiene fibromialgia?

La presencia de dolor generalizado y persistente por lo menos por 3 meses, el cansancio que no mejora con el reposo, acompañado de trastornos del sueño, debe motivar a consultar al médico.

Antes, los médicos examinaban 18 puntos específicos del cuerpo para ver en cuántos de ellos sentían dolor al presionarlos firmemente. Las nuevas pautas del American College of Rheumatology (Colegio Estadounidense de Reumatología) no exigen un examen de los puntos sensibles.

El criterio más importante es el dolor persistente en al menos cuatro de estas cinco zonas:

  1. Región superior izquierda, incluidos el hombro, el brazo o la mandíbula
  2. Región superior derecha, incluidos el hombro, el brazo o la mandíbula
  3. Región inferior izquierda, incluidos la cadera, el glúteo o la pierna
  4. Región inferior derecha, incluidos la cadera, el glúteo o la pierna
  5. Región axial, que incluye el cuello, la espalda, el pecho o el abdomen

Siempre es el médico quien realiza el diagnóstico definitivo.

¿Qué pruebas hacen para saber si es fibromialgia?

No hay pruebas específicas para diagnosticar fibromialgia. El diagnóstico es clínico, es decir, se establece por el examen físico y al descartar otras enfermedades reumatológicas que dan síntomas similares como por ejemplo artritis, lupus, otras.

En general los médicos solicitan: Hemograma completo, velocidad de sedimentación globular, factor reumatoide, pruebas especiales del área inmunológicas, perfil tiroideo, serologías para descartar enfermedad celíaca y pruebas para descartar deficiencia de vitamina D, entre otras que, según los hallazgos en el examen físico, el médico considere pertinente.

¿Qué tan grave es la fibromialgia?

La fibromialgia afecta considerablemente la calidad de vida de la persona que la padece, pero no le pone en riesgo de agravarse o fallecer.

¿Qué daños causa la fibromialgia?

En general no hay afectación directa sobre órganos específicos como ocurre con la diabetes o la hipertensión.

Sin embargo, el dolor, la fatiga y la mala calidad del sueño pueden afectar la capacidad para desenvolverse en casa o en el trabajo. La frustración de lidiar con una enfermedad que muchas veces se malinterpreta también puede causar depresión y ansiedad.

Es frecuente que la fibromialgia acompañe a otras enfermedades como:

  • Síndrome de intestino irritable
  • Síndrome de fatiga crónica
  • Migraña y otros tipos de dolores de cabeza
  • Cistitis intersticial o síndrome de vejiga dolorosa
  • Trastornos de la articulación temporomandibular
  • Ansiedad
  • Depresión
  • Síndrome de taquicardia postural

¿Cuál es el mejor medicamento para la fibromialgia?

Si bien no existe una cura para la fibromialgia, hay varios medicamentos que pueden ayudar a controlar los síntomas, especialmente si reducen el dolor y mejoran el sueño.

Es el médico, después de hacer una evaluación completa quien sugerirá las opciones más apropiadas, entre las que se disponen:

  • Analgésicos. Los analgésicos como el acetaminofén, el ibuprofeno solo o combinado y otros. No se recomiendan los medicamentos opioides porque pueden provocar efectos secundarios importantes y dependencia.
  • Medicamentos anticonvulsivos. A menudo, los medicamentos diseñados para tratar la epilepsia ayudan a reducir ciertos tipos de dolor. Entre ellos se encuentran los gabapentinoides: gabapentina y pregabalina.

Los medicamentos como la pregabalina, reducen la transmisión anormal y exagerada de las sensaciones a través de los nervios implicados en el dolor, este mecanismo explica su elevada eficacia y la razón por la que ha sido aprobado su uso, desde hace muchos años, por las autoridades sanitarias que regulan el uso seguro de medicamentos.

  • Antidepresivos. Pueden ayudar a aliviar el dolor y la fatiga asociados a la fibromialgia.

¿La dieta ayuda a mejorar el dolor en la fibromialgia?

No hay una dieta específica que haya demostrado beneficios absolutos en fibromialgia, se ha mencionado que reducir la ingesta de gluten podría ayudar a mejorar los síntomas.

Hay nutrientes que deben garantizarse según los especialistas en dicha enfermedad, algunos porque tienen propiedades antiinflamatorias como son las grasas omega-3, otros porque mejoran la condición o el funcionamiento de las fibras nerviosas como las vitaminas del complejo B y algunos como el magnesio porque ayudan a mejorar la conducción de los nervios y favorecen a neurotransmisores cerebrales que contribuyen al sueño.

¿El magnesio sirve para controlar los síntomas?

Citrato de magnesio.

En un estudio realizado en Turquía, se evaluaron 60 mujeres pre-menopáusicas diagnosticadas con fibromialgia. Presentaban síntomas asociados como: debilidad, trastorno del sueño, parestesias, dolor de cabeza, calambres, síntomas de intestino irritable, problemas gástricos, depresión, ansiedad y afectación funcional (síntomas que impactan la calidad de vida).

Las pacientes estudiadas fueron distribuidas en 3 grupos. Un grupo recibió sólo magnesio 300 mg/día en forma de citrato de magnesio. Un segundo grupo recibió sólo un antidepresivo (amitriptilina) que se usa frecuentemente en pacientes con fibromialgia. Un tercer grupo recibió ambos medicamentos: citrato de magnesio + antidepresivo. Todas las pacientes cumplieron con los tratamientos por 8 semanas, y fueron reevaluadas por un médico diferente al que hizo la evaluación inicial.

En este estudio se determinó que los niveles de magnesio en sangre fueron más bajos en pacientes con fibromialgia. También encontraron que el magnesio suplementario fue efectivo en la mejoría de la sensibilidad de los puntos dolorosos y el estado funcional (síntomas que impactan la calidad de vida).

La deficiencia de magnesio también puede conducir la disminución de los niveles de melatonina y trastornos del sueño. Todos estos hallazgos respaldan el hecho de que el magnesio juega un papel importante  en el desarrollo de la fibromialgia.

¿El estrés puede ser el origen de la fibromialgia?

Aún se desconoce la causa, aunque incluye una serie de factores  como los  genéticos, variables psicosociales, y  factores  estresores ambientales entre otras causas. Recientemente, muchos investigadores han sugerido que la fibromialgia es un trastorno desencadenado por estrés de la célula, que pudiera estar asociado a un descontrol en el proceso de producción  de energía.

¿Podría el déficit de magnesio ser una de las causas de los síntomas de Fibromialgia?

alimentos que contienen magnesio

El magnesio es un oligoelemento que es importante para muchas funciones celulares, ya que activa casi todos los procesos que se encargan de convertir la glucosa en ATP para las células, fuente principal de energía para nuestro organismo. Igualmente interviene en la conducción eléctrica de las células nerviosas, para así producir regulación del dolor.  

La similitud entre los síntomas clínicos de la fibromialgia y la deficiencia de magnesio, junto con otros cambios encontrados en los tejidos de los puntos dolorosos, sugiere que la falta de magnesio podría jugar un papel muy importante en la causa de la fibromialgia. Estudios recientes han demostrado que los niveles de magnesio suelen encontrarse disminuidos en pacientes con fibromialgia. Se piensa que la deficiencia de magnesio se encuentra en el músculo y las células, desempeñando un papel importante en el desarrollo de la Fibromialgia.

Los estudios también han demostrado que un suplemento diario de 300-600 mg de magnesio dio como resultado mejorías de los síntomas, así como en la frecuencia  y la intensidad de los mismos. Esto impacta positivamente el estado funcional y la calidad de vida de los pacientes con fibromialgia.  

¿Puedo tomar magnesio para mejorar los síntomas de fibromialgia?

Reconocemos que no existe un tratamiento curativo para la fibromialgia. Muchas terapias farmacológicas, el ejercicio físico y otras opciones como la acupuntura y la terapia neural se utilizan recientemente. Pero el aporte complementario con suplementos de magnesio ha sido ampliamente utilizado en el tratamiento para la fibromialgia, otorgando grandes beneficios. Se ha demostrado que un aporte diario de 300-600 mg magnesio mejora los síntomas en su frecuencia e intensidad. Esto impacta positivamente el estado funcional y la calidad de vida de los pacientes con fibromialgia.  

¿Son necesarias las pruebas de laboratorio en el síndrome de fibromialgia?

Los pacientes con FM tienen pruebas de laboratorio normales, por lo que los análisis de sangre están indicados para excluir otras afecciones que podrían tener síntomas similares y deben limitarse a hemograma, panel metabólico básico, velocidad de sedimentación, proteína C reactiva y hormona estimulante de la tiroides. No se recomiendan las pruebas de rutina para la artritis reumatoide o el lupus eritematoso sistémico, a menos que el paciente tenga características que sugieran específicamente estas afecciones.

En particular, las pruebas de anticuerpos antinucleares (ANA) pueden resultar confusas para el paciente porque un título bajo de ANA positivo es común en la población general, se ha encontrado que las pruebas de ANA de títulos bajos menores o iguales a 1:160 tienen un valor predictivo positivo muy bajo (9%) para cualquier enfermedad del tejido conectivo.

“En la actualidad, la positividad de ANA ocurre con tanta frecuencia en pacientes con molestias musculoesqueléticas y sintomatología vaga que un resultado positivo puede no ser ni revelador ni informativo: de hecho, la positividad de ANA podría confundir un diagnóstico que de otro modo sería sensato”.

Evaluación y tratamiento del paciente con síndrome de fibromialgia

Los pacientes diagnosticados con FMS son un grupo heterogéneo que requiere un tratamiento individualizado basado en la gravedad de FMS y los factores contribuyentes.

  • La educación es una parte esencial del manejo de FMS y debe validar los síntomas, tranquilizar al paciente, enfocarse en el mantenimiento de la funcionalidad más que en el manejo de los síntomas y enfatizar sobre estrategias de autocontrol.
  • Los pacientes deben ser dirigido a identificar sus factores estresantes y centrarse en aquellos que pueden eliminarse. La Guía de Fibro de la Universidad de Michigan es una aplicación interactiva gratuita que utiliza un método cognitivo conductual para informar y ayudar a los pacientes a autocontrolar los síntomas de FMS.
  • El primer paso en el manejo debe ser un enfoque gradual que priorice el ejercicio y las intervenciones psicológicas, como la terapia cognitivo-conductual dirigida al dolor. El ejercicio, que incluye ejercicios aeróbicos, de fortalecimiento, combinación de los dos, y ejercicios para la mente y el cuerpo, como el tai chi, que permite a los pacientes tomar el control y ha demostrado que reduce la gravedad de la FMS, mejorando el funcionamiento físico.
  • Los pacientes que no responden a las intervenciones no farmacológicas pueden tener respuestas de dolor desadaptativas y/o sufrir trastornos del sueño y/o afecciones psiquiátricas activas. Estos pacientes pueden requerir atención psiquiátrica y psicológica profunda, evaluación del sueño y pueden beneficiarse de la terapia con medicamentos adicionales.
  • La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) ha aprobado un gabapentinoide (pregabalina) y 2 inhibidores de la recaptación de serotonina-norepinefrina (IRSN) (duloxetina y milnaciprán). Los ensayos clínicos aleatorizados, doble ciego, controlados con placebo en pacientes con FMS mostraron que solo la mitad de los que toman cualquiera de estos medicamentos experimentan una reducción clínicamente significativa del dolor. Puede haber subgrupos de pacientes con FMS que se beneficien más de la terapia con medicamentos; un fármaco IRSN o ISRS puede ser útil en un paciente deprimido con FM, mientras que un gabapentinoide, un relajante muscular o un antidepresivo tricíclico a la hora de acostarse puede ser la primera opción en aquellos con trastornos del sueño.
  • Como principio general, si un medicamento no muestra beneficio después de 1 a 2 meses, debe suspenderse. No se deben recetar medicamentos opioides para el dolor de FMS. Los pacientes con fibromialgia grave, como los que padecen depresión grave, trastorno bipolar u otras enfermedades psiquiátricas complejas y aquellos que sufren catástrofes, toman opioides, son refractarios al ejercicio o buscan una discapacidad, necesitan una atención multidisciplinaria mucho más intensiva que incluya fisioterapia, terapia ocupacional. terapia, psiquiatría y psicología.

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